EscucharPara celebrar el legado del pintor nacional Rafa Fernández, la exhibición Genealogía mostrará 17 obras del aclamado pintor nacional, en donde se incluyen piezas inéditas y con técnicas poco exploradas del autor, como las acuarelas.
Esta presentación también exhibirá 16 obras de Alma Fernández y 17 de Karla Fernández, ambas hijas del pintor. Las técnicas de las piezas varían, pero van desde la serigrafía, obras gráficas e iluminadas, teatrinos y más.
Esta exposición, en la que todas las obras estarán a la venta, se inaugurará el 14 de setiembre, a las 7 p. m., en el restaurante Estación Atocha del Barrio Don Bosco, en San José.
A partir de ahí, la exposición de arte familiar estará abierta por un mes, en un horario de lunes a domingo de 12 a 9 p. m.
Genealogía es la primera exhibición que reúne el trabajo de Fernández con el estilo propio de sus hijas, quienes honran la memoria de su padre para conmover los sentidos de los espectadores.
“El ambiente del arte es en el que nos desenvolvimos y en el que nos mantenemos involucrados. Siempre fue lo natural. Somos cinco hermanos y todos tenemos una sensibilidad especial para el arte”, recordó la pintora Alma Fernández.
Incluso, según agregó la artista, una sección de Genealogía está completamente dedicada a obras nuevas de toda la familia, las cuales están enmarcadas de la misma manera para “reflejar un diálogo entre los personajes”.
“Es la primera vez que exponemos juntos. Es emotivo y significativo para nosotras. Después de la partida de mi papá, que fue hace 5 años, estamos muy involucradas. Todo lo que hacemos tiene que ver con el arte y especialmente con nuestro papá, ahora más que nunca”, agregó la artista.
Aparte de contar con las exposiciones de la familia Fernández, Genealogía tendrá una reproducción de la famosa pintura Patria, recreada con el método giclée (utilizado para hacer impresiones artísticas desde una fuente digitalizada con un chorro de tinta).
Rafa Fernández, quien falleció en el 2018, fue uno de los artistas y pintores más representativos de Costa Rica. Obtuvo el premio Aquileo J. Echeverría en Artes en tres ocasiones: 1968, 1972 y 1975; así como el premio Nacional de la Cultura Magón en el 2002.
