En el barrio La Cruz, ubicado en San Joaquín de Flores, en Heredia, al caer la noche las lucecitas de colores, los adornos y los arbolitos navideños empiezan a darle vida a las casas y calles de esta hermosa comunidad.
En La Teja quisimos ser parte de la tradicional iluminación, así que nos fuimos a conocer y cuando llegamos observamos una fila de niños frente a una hermosa casa, que desde lo lejos llama la atención.
Se trataba de la casa de don Luis Ramírez, quien junto a su esposa Julieta Arias no se pierden de participar de la tradicional iluminación.
“Con 22 días mi esposa y yo sacamos tiempo para pensar cómo vamos a decorar y para hacer nosotros mismos las figuras para adornar”, contó.
Don Luis y su esposa tienen 20 años de participar de la tradición en el barrio y siguen teniendo el mismo entusiasmo desde que iniciaron.
“Desde el primer año que participamos ha sido una alegría, especialmente ver a los niños donde andan felices viendo la decoración y eso a uno lo llena de felicidad”, expresó.
Para ellos iluminar su hogar es llevarle alegría a los niños, así que tratan de ponerse creativos, por ejemplo, el adorno que va en el techo de la casa es cambiado año con año y para esta ocasión colocaron un trencito, que ha sido un pegue.
“A mí me gusta que la figura de arriba sea diferente todos los años, así que escogimos el trencito para que los niños lo disfruten más”.
Don Luis también aprovecha para vender pinchos con chocolates, arroz con piña, arroz con leche, pan de banano con frutas, entre otros productos.
Además, con sus 76 años demuestra el espíritu navideño que envuelve el barrio, ya que a sus clientes los recibe con mucha alegría y amabilidad.
“Les ofrezco arroz con leche a un buen precio, bienvenidos, pasen por un delicioso pincho de chocolate”, dice don Luis al recibir a los visitantes.
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Si quiere visitar la casa de don Luis y la de otros vecinos le contamos que es muy sencillo llegar a barrio La Cruz, una vez se ubique en la iglesia de San Joaquín de Flores, no hay manera de perderse, porque verá todas las casitas iluminadas.
Ahí podrá iniciar una caminata al estilo posada navideña, porque en cada casa verá la iluminación y el puestito de comida que ofrece ese hogar en particular.
Cuando llegue, va a apreciar cómo la tradición de este barrio hace que decenas de familias se unan para alumbrar la Navidad y darle la bienvenida a los visitantes.
“Yo los invito a que vengan a conocer, aquí todos vendemos comidas muy sabrosas para todos los gustos, van a disfrutar y vivir esta tradición que llena de felicidad a todos, especialmente a los niños”, explicó.