Día de la Mujer: vecina de Aserrí enfrentó sus miedos y ahora inspira a otras mujeres

Kellyan Alvarado, una aserriceña, de 27 años, enfrentó sus miedos, los superó y ahora inspira a otras mujeres a crecer profesionalmente y a luchar por sus sueños.

En este mes de la mujer, queremos darle visibilidad a esas valientes guerreras que han salido adelante, superado obstáculos y demostrado que para ellas no existen los límites.

Ella es la mayor de cuatro hermanos y su madre, doña Alba Alvarado, ha sido su principal fuente de inspiración, pues es una mujer luchadora, que se encargó de criar a sus hijos con dedicación y esfuerzo.

La joven, actualmente es profesora en Rocket Girls, una fundación que le ha permitido adentrarse en el mundo STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), pero también aprovecha sus ratos libres para hacer planes educativos y crear contenido en redes sociales para ayudar a otras mujeres.

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“Yo creía que las carreras STEAM eran cosa de chicos, y mis dificultades con las matemáticas me alejaban aún más de estas áreas; sin embargo, el respaldo y la orientación que recibí en la fundación cambiaron completamente mi perspectiva”, nos contó Kellyan.

Su experiencia le ha ayudado a romper con los estereotipos y demostrar que las mujeres son capaces de realizar cualquier cosa que se propongan, pues ella repitió dos años en el colegio y Matemáticas era una materia que le complicaba la vida, pero a pesar de eso, logró encontrar el camino.

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Hoy, esta vecina de Aserrí, inspira a otras chicas a adentrarse en nuevas disciplinas, superando temores e inseguridades que suelen surgir. Su mensaje es claro: no se necesita ser perfecto para alcanzar lo que se desea.

“Ofrezco consejos personalizados, basados en mi propia experiencia y aprendizajes, imparto talleres diseñados para desarrollar habilidades prácticas y fomentar la confianza, y comparto contenido en redes sociales, abordando temas relevantes para el desarrollo personal y profesional de las jóvenes”, nos contó Kellyan.

Su mayor deseo es demostrar a las mujeres que siempre hay oportunidades para mejorar y crecer, y, sobre todo, que nunca deben rendirse.

“He encontrado gran fortaleza en encomendar cada proyecto y cada paso de mi camino a Dios. Esta práctica me ha proporcionado paz, guía y la confianza necesaria para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles”, agregó.