River Plate es conocido como uno de los equipos más grandes de Argentina, junto con Boca Juniors, con el cual tiene una infinita rivalidad. Anteriormente, visitamos el barrio La Boca y, esta vez, La Teja quiso que usted también conociera un poco más de esa pasión contagiosa del estadio Mâs Monumental y su museo River.
El estadio Monumental, por cuestiones de patrocinio Mâs Monumental, se ubica en el barrio de Belgrano, en la ciudad autónoma de Buenos Aires. En dicho barrio se pueden observar edificaciones, bulevares, espacios verdes y transitan muchos vehículos. Algunos lo describen como un lugar “elegante”.
Para poder acceder al estadio es necesario pagar un tour, que le permite también visitar el museo River. El costo de la entrada para extranjeros es de 24.000 pesos argentinos (alrededor de 25 dólares), unos 12 mil colones al tipo de cambio de ese momento.
Son muchas las personas que se acercan para poder adquirir su entrada al estadio, que es el más grande de Argentina y Sudamérica. Una vez usted tiene su entrada, puede ir viendo todo lo que guarda el museo mientras llegan las demás personas que harán el tour.
Una vez que el grupo está listo, hay un guía que lo lleva a observar el estadio y los visitantes deben permanecer sentados en las butacas para ser parte de una charla, en la cual se aprende sobre la rica historia del club y del reducto.
Después de la charla hay un tiempo para que los espectadores se puedan tomar fotografías. El estadio es verdaderamente inmenso y tiene una belleza increíble. Luego de observar esta joya se permite entrar al camerino del equipo visitante, donde dicen que se siente una verdadera presión.
Cuando hay partidos, el equipo visitante debe experimentar la pasión de la hinchada de River Plate, ya que se siente y se escucha cuando las personas en el estadio brincan; además, hace mucho calor y está diseñado así con la intención de que el rival sienta ese ambiente antes de salir a jugar.
Todos estos datos son explicados durante el recorrido por los camerinos, para que conozcamos cómo se vive un partido y cómo vive el fútbol la hinchada del club.
A los camerinos de los jugadores de River Plate no se puede ingresar, es un espacio privado y por respeto no se ingresa; además, los futbolistas dejan ahí sus pertenencias. Había otros sectores donde no se podía ingresar como, por ejemplo, el área del cuerpo técnico.
Una vez terminamos el recorrido, ingresamos nuevamente al museo. Este lugar es espectacular y el tono rojo no puede faltar. En la entrada hay una pared con dedicatoria a los socios fundadores del club, cada uno de los círculos tiene el nombre de un socio.
En el museo también disfruté mucho poder ver objetos como camisetas del club, fotografías, bolas, copas, una máquina de coser, una película en formato de CD, entre muchas otras cosas más. Luego de ver todo eso me dirigí a la parte superior, se sube una rampita para llegar a un sector que está distribuido como en cuartitos.
En cada uno de los cuartitos están 10 años de historia, entonces hay una grabación con voz que explica qué pasó en esa época y hace que uno se sienta como si se devolviera en el tiempo. Se habla de logros, partidos, goles, marcadores y figuras que tienen un gran significado para el club.
En el caso de los campeonatos, aparecen los marcadores de los encuentros, cómo estaba la tabla en ese momento y una fotografía del equipo. En cada década cuentan con una decoración relacionada con esa fecha. En el cuarto de la década de los 50 pude ver hasta un carro antiguo de esos años.
Después de este trayecto me dirigí a la parte donde están las copas ganadas por el club, maquetas con la forma del estadio y del museo, y un espacio dedicado a leyendas del River Plate como, por ejemplo, el guardameta Amadeo Raúl Carrizo, quien falleció en el año 2020.
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El Monumental atesora grandes recuerdos históricos y cada detalle en ese lugar hace que la pasión de sus hinchas sea comprendida. Sus leyendas, historia y copas son solo una parte de la alegría que inunda al club.