Seguramente usted para estas fechas se ha topado con fotos o videos de un pancito que se ve delicioso, cubierto de azúcar y con formas muy llamativas.
Ese es el famoso pan de muertos que tiene sus raíces en los aztecas quienes presentaban el sacrificio humano de una princesa, tomaban su corazón aún latiendo y lo introducía en una olla con amaranto hasta que la persona que encabezaba el rito lo mordía como señal de agradecimiento al dios de la muerte.
Con la llegada de los españoles y al observar que el rito era muy cruel, le sugirieron a los locales la preparación de un pan de trigo cubierto de azúcar roja simbolizando cada uno de esos corazones sin la necesidad de sacrificar a nadie.
En la Teja nos dimos a la tarea de consultarle al chef mexicano Ángel Flores del Restaurante El Rincón de los Milagros, cómo realizar este delicioso pancito.
“El pan de muerto tradicional se hace con harina de trigo, azúcar, té de azahar o anís, ralladura de naranja, con eso se infusiona el pan, se le integra levadura y queda un pan esponjoso y muy consistente”, explicó.
¿Qué necesita?
- 700 gramos de harina (5 tazas)
- 115 gramos de margarina
- 3 huevos
- 50 mililitros de leche
- 20 gramos de levadura en polvo (1¼ sobres)
- 2 piezas de naranja, la ralladura
- 1 cucharadita de esencia de azar
- 150 gramos de azúcar (¾ taza)
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de anís estrella
“Como cualquier pan debe asegurarse de trabajar bien la masa y prepararla correctamente, se debe amasar dos veces para que quede bien esponjosito el pan y se debe bañar con alguno de los té en lugar del agua”, indicó el chef.
Después de hornear a 180°, durante unos 30 minutos aproximadamente, cuando esté listo, se cubre con un poquito de mermelada o de leche condensada y por encima, azúcar con canela o azúcar roja para hacer alusión a la sangre que se utilizaba.
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Este pancito estará listo para incluir en el altar, el cual tiene que tener frutos y la comida favorita del difunto, bebidas como: café, tequila, lo que a la persona le gustaba en general, todo para invitarlo a cenar.
De paso, el altar tiene que tener 7 niveles que representan el inframundo, se les coloca velas para iluminarles el camino a los seres queridos que ya no están con nosotros.
Un dato importante es que esta tradición es ajena a la celebración del Halloween, y la utilización del color naranja se debe a las flores de dicho color, conocidas como la flor de los muertos.