Minecraft, uno de los juegos más icónicos y vendidos de la historia, está de manteles largos. Y es que este 15 de mayo se cumplen 15 años desde su lanzamiento que vino a cambiar para siempre la industria de los videojuegos.
Esta es su historia.
Por allá del 2009, al desarrollador sueco, Markus “Notch” Persson, se le ocurrió una simple idea: un mundo infinito con recursos para construir cualquier cosa que se nos venga a la cabeza.
Con años de experiencia trabajando en King, la compañía detrás del popular juego Candy Crush, Markus se animó a seguir su sueño y comenzó a trabajar en un juego llamado “RubyDung”.
RubyDung era un juego de construcción de bases isométricas. Y si bien todo iba viento en popa, Markus se topó con un juego que iba a cambiar para siempre su vida: Infiniminer.
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Infiniminer es un juego de minería basado en bloques. En ese momento, Markus tuvo la idea de un millón de dólares ¿por qué no juntar ambos juegos?
Con esa nueva idea entre ceja y ceja, Markus comenzó a trabajar en un sencillo juego llamado “Cave Game”, que unía los emblemáticos cubos y la construcción de Infiniminer, con la exploración de RubyDung, todo en un mismo juego.
Cave Game ganó una popularidad impresionante en un mundo en que los jugadores estaban deseando un juego que les permitiera llevar su creatividad al límite, mientras viven una experiencia más abierta.
Su proyecto se estaba volviendo cada vez más ambicioso, así que Markus fundó Mojang, la compañía que en 2011, sería la encargada de presentarle al mundo su nuevo bebé: Minecraft.
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Desde ese momento, Minecraft no ha dejado de crecer y rápidamente se convirtió en un fenómeno global, hasta el punto que es el segundo juego más vendido de la historia.
Según cifras de Mojang Studios, la desarrolladora de Minecraft, para octubre del 2023 se habían vendido más de 300 millones de copias a través de todas las plataformas en las que está disponible el juego.
Lo más curioso es que también es uno de los juegos más pirateados de la historia por lo que las cifras reales probablemente sean incalculables.
Y así como sus ventas, su impacto en la cultura popular también es incalculable, inspirando desde obras de arte, música, películas y hasta eventos.