Son contadas las veces que la realidad supera la ficción, pero cada cierto tiempo, hay una historia que se sale de todo lo lógico y este es uno de esos casos.
Resulta que por más de tres años, el sacerdote Lawrence Kozak, de la iglesia católica Saint Thomas More en Pensilvania, Estados Unidos, usó la tarjeta de crédito de su parroquia para comprar juegos en su teléfono.
Desde Mario Kart, Candy Crush, Pokémon GO y hasta máquinas tragamonedas, según la Policía Estatal de Pensilvania, Kozak se gastó 44 mil dólares, poco más de 22 millones 538 mil colones.
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En total hizo más de 2000 transacciones de videojuegos entre 2019 y 2022. Y no solo se gastó la plata en juegos, también se compró una tableta para leer y hasta un juego de química.
En su defensa, Kozak dijo que no tenía la menor idea de que la tarjeta estaba vinculada a la cuenta de la iglesia y que creyó que estaba vinculada a su puesta personal.
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Curiosamente, esta no es la primera vez que Kozak está metido en actividades de este tipo, en el pasado se le había asociado en casos por gastos abusivos usando cuentas parroquiales.
Luego de que el contador de la iglesia descubriera su maña y lo denunciara, Kozak fue expulsado de la iglesia y se le acusó de robo por toma ilegal al usar fondos para cosas que no estaban autorizadas.
En este momento está esperando a ser procesado en un tribunal.