La profesión de Cathy Hackl es periodismo, pero sus quehaceres de comunicadora le llevaron a un destino insospechado y apasionante: la industria tecnológica. Hoy, su nombre pesa en el ambiente competitivo de Silicon Valley: esa famosa área en la bahía de San Francisco, California, sede de compañías emergentes y globales de tecnología. Sus consultorías abordan temas de video en vivo y realidad virtual.
Aunque su currículo incluye experiencia como periodista de televisión en empresas como ABC News, CNN y Fox, la tecnología la sorprendió en el camino y le abrió las puertas con proyectos para Roblox, Nike, Amazon y Walmart, entre muchas otras transnacionales.
Ella siempre supo que quería ser periodista, porque le gusta contar historias. Estudió la carrera en EEUU e hizo una pasantía en CNN Atlanta, donde conoció a su colega costarricense Glenda Umaña. “Siempre la veía con mucha admiración y ahora somos buenas amigas. Recuerdo que me ofrecí como asistente para un reportaje en Puerto Rico. Yo pagué mis viáticos para poder acompañarlos. Fue una de las mejores decisiones que tomé en aquel entonces”.
Su maestría de periodismo investigativo en comunicación masiva y en estudios internacionales la realizó en la Universidad Internacional de Florida en Miami. “Ahí hice otra pasantía en ABC News. Aprendí mucho, y fue donde recibí mi primer cheque por mi trabajo. Lo recuerdo con alegría porque el cheque tenía la figura de Mickey Mouse, pues este noticiero es parte de Disney”, rememora entre risas.
Mientras se dedicaba a su maestría, desarrolló un programa de televisión de Animal Planet y Discovery que se llamaba Miami Animal Police, donde relataba historias de animales abusados a los que rehabilitaban por medio de la adopción. “Aprendí mucho en este trabajo y me dio gran sensibilidad”. Luego regresó a Atlanta para trabajar con CNN por año y medio, y seguido de esto hizo reportajes para medios locales. “Estaba haciendo trabajo periodístico frente a cámaras para un proyecto local de Fox. Incluso me nominaron a un premio Emmy por la cobertura de un incendio. Fue una gran experiencia porque habían vallas publicitarias por la ciudad con mi rostro. Muy emocionante. Pero era un trabajo agotador. Quería hacer mi vida, conocer a alguien y tener hijos”. Fue entonces cuando incursionó como comunicadora pero tras un escritorio con labores de relaciones públicas.
Creando oportunidades
Catalina Varela (nombre de nacimiento) vivió en San Pedro de Montes de Oca durante su infancia y adolescencia con su mamá Maribel Rojas y su papá Luis Varela, quien se desempeñó profesionalmente como embajador, lo que expuso a la familia a viajar con frecuencia.
En el barrio, teníamos campeonatos de videojuegos. En aquel entonces estaban de moda Mortal Combat, Street Fighter y Super Mario. Pasaba horas de horas jugando con mis amigos y mi hermano. Admito que muchos de estos juegos eran violentos, pero la pasábamos súper bien
Catalina se casó en Estados Unidos con Jason Hackl (de ahí su apellido actual). Se fueron a vivir a España porque su esposo realizaría un postdoctorado en ingeniería aeroespacial en Madrid. “Estando allá no trabajé. Estaba de mamá al 100% pero no me veía solo organizando las comidas de la familia. Entonces conecté con mucha gente y realicé trabajo de comunicación con Ellas 2.0, versión en español Women 2.0. Ahí conecté mi trabajo por primera vez con la tecnología. Nunca antes había explorado mi parte tecnológica. También conecté con el Instituto de Empresas para dar clases y charlas. Posteriormente me ofrecieron un proyecto para dar clases en una gira de comunicación para emprendedoras por Vietnam, Singapur y Australia. Esta gira me dejó un jetlag terrible. Trasnochada, un día ingresé a Twitter y vi que mucha gente que conozco estaba en un evento en Austin usando un app nuevo para hacer video en vivo. ¡Eso era lo mío: transmisiones en vivo! Fue hace como 10 años. Se llamaba Meerkat. Lo descargué, y lo empecé a usar”, relata.
“Yo me formé en televisión, para mi era muy natural hacer video en vivo. Luego con el app Periscope, hice un evento de comunidad. Era un grupo grande con personas influyentes del app, que me llevó a visitar Silicon Valley y conocer a su CEO. Desde ese día quedé conectada con el ambiente. Luego Twitter compró Periscope y empecé a relacionarme con personas de Linkedin. Cuando me di cuenta, los de Facebook me buscaron para hablar conmigo de video en vivo”, asegura con orgullo.
“Creo que todo esto vino porque yo me lanzo de una. Creo en lo que hago y lo logro. No me digan que no, porque lo voy a hacer. Ahí es donde inicia mi relación con Silicon Valley. Me invitaban a dar charlas y me tomaban en cuenta como consultora”.
Llega la realidad virtual
“En una ocasión me invitaron a hacer un demo de realidad virtual sobre confinamiento solitario. Ahí hubo un clic que me conectó con mis días de periodista. Cuando trabajaba en CNN, tenía como tarea ver todos los videos para que estuvieran a disposición de los noticieros afiliados. Me tocó ver videos con imágenes delicadas como la guerra de Irak. Cuando me puse esas gafas de realidad virtual, vi el nivel de empatía que podría provocar esta novedad, similar a los videos que revisaba en el noticiero. Pero esta vez, la realidad virtual le podría ayudar a la gente a entender historias. Vi el futuro de cómo contar historias”, relata la comunicadora de 44 años.
En ese momento, Cathy supo que eso era lo que quería hacer el resto de su vida. ¿Cómo? … no lo sabía.
Inició un proceso de formación, sumergiéndose en el conocimiento técnico. Este cambio radical integraba sus habilidades en el mundo del video en vivo y la narración de historias. Además, contaba con una trayectoria consolidada que le había otorgado cierta reputación y bastantes conexiones.
Hubo dos mujeres latinas que inspiraron a Cathy. Ella las reconoce como sus mentoras y modelos a seguir: Nonny de la Peña, madrina de la realidad virtual; y la venezolana Evelyn Miralles, quien manejó el laboratorio de realidad virtual de la NASA, donde entrenaban a los astronautas en realidad virtual antes de realizar una expedición al espacio.
“Casualmente las conocí en un Live donde un panel de personas latinas hablaban de sus trabajos. De inmediato pensé: si hay mujeres latinas que ya están haciendo cosas increíbles, yo quiero ser otra. Aprendí de ellas. Me metí de lleno y escribí en una publicación de realidad virtual para Future Lighthouse”.
Luego llegaron proyectos con personalidades de renombre como Robert Englund (actor que dio vida al personaje de Freddy Kruger) y Rupert Grint (Ron, en las películas de Harry Potter), ambos con realidad virtual. “Fueron dos proyectos lindísimos que llevo en el corazón con cariño”.
Pronto se acercaron más proyectos con empresas de renombre como Magic Leap, donde se encontró el trabajo con el que soñaba hasta que llegó COVID. Para ese momento era evidente que su pasión no la apagaría una pandemia, por lo que redirigió sus conocimientos para Amazon, donde trabajó para el proyecto de cloud de la marca y para otro de simulación masiva de gaming.
Para este entonces ya sumaba su segundo libro. Hoy cuenta cinco y detalla que le gusta escribir y compartir conocimiento. “Escribí un artículo sobre Metaverso para Forbes. Ahí explicaba que el avatar será el próximo consumidor directo. Pasaron cosas maravillosas con este reportaje porque hice clic con reconocidas casas de moda. Me contactaron para ofrecerme oportunidades de consultorías. Entonces pensé: estoy en Amazon, pero esto lo puedo hacer sola. Si no sirve, me regreso”.
Así, arrancó en solitario con su primer cliente: nada más y nada menos que Ralph Lauren. Pronto llegaron Nike, Walmart, Louis Vuitton y Clinique. Las estrellas se alinearon para la tica que se convirtió en gurú de Silicon Valley. Terminó con clientes increíbles para Metaverso y Gaming. En escasos diez meses ya hacía proyectos de peso como el Mundo Walmart y conciertos para Roblox.
Como si fuera poco, diseña moda para videojuegos y lanzó una beca en la Universidad Internacional de Florida, para estudiantes que quieren desarrollar esto de manera profesional.
“Pasaron cosas increíbles. El Rey de España me invitó a un almuerzo en su palacio para darle una charla sobre el Metaverso a él y al presidente. Uno de los mensajes más importantes que logré sembrar en ellos, es que el gaming no es solo jugar. También es una herramienta para aprender y construir. Y es la manera más efectiva de llegar a los niños de hoy: la generación alfa. Por suerte, tenía un gran profesor en protocolo (su papá) para abordar la visita de manera adecuada, y creo que el mensaje llegó claro”.
Sus papás la criaron sin limitaciones, y aquí verían el resultado de su metodología de crianza. “Cuando entré a tecnología me di cuenta de lo distinto que es ser mujer. Me ha costado trabajar el doble o el triple para tener un reconocimiento similar al de un compañero. Fue muy duro. Aún hay personas que dudan de mis capacidades pero me vale un pepino”, expresa con orgullo y risas.
“Hubo una época en que he hecho esfuerzos importantes y le dan la gloria a otros. Nunca lo vi normal. Mi naturaleza es revelarme ante lo que no está bien, como cuando trabajé en denuncia de maltrato animal. Y mucho de lo que hago, lo hago para abrir el paso a otras mujeres. Yo puedo ser exitosa, y me doy el permiso de hablar de las maravillas que hago. Ellos lo hacen todo el tiempo”.
Incluso, Cathy reflexiona que hace años, su look era robótico… siempre de negro. “Yo no abrazaba mi feminidad. No sonreía, pensé que tenía que hacer eso para que me aceptaran. Luego acepté ser femenina, sin dejar de lado la parte tecnológica. Para mí, la tecnología es sexy, y entre más mujeres se involucren en este mundo, mejor”.
Cathy es mamá de tres niños que también disfrutan de la tecnología. “Soy madre de chicos generación alfa (nacieron después del 2010). Esto me motiva a hacer lo que hago. Veo lo que viene. Mi hija de 13 años no tiene redes sociales, precisamente porque su mamá trabaja en tecnología y entiendo qué es bueno para ella y en qué momento. De hecho grandes personalidades de la tecnología como Bill Gates, esperan mucho para que sus hijos tengan este acceso”.
Procuro vivir mi vida como un faro, para alumbrar el camino para las mujeres que vienen atrás. La tecnología es para todos. Cuando promociono mis libros, lo hago con el objetivo de impactar en mujeres y que vean que ellas pueden hacer lo que se propongan. Siempre hay aliados que abren caminos, pero hay que llegar a ellos
— Cathy Hackl
La agenda de hoy
En la actualidad, Cathy desarrolla contenido para Apple Vision Pro.
Se incursiona en temas de computación espacial e inteligencia artificial.
Usa su tiempo libre para viajar y descubrir spas alrededor del mundo, bailar Zumba y Jazz, ir a museos y conciertos y diseñar moda para videojuegos y la vida real.
Vida familiar
Hija mayor: Christine. 13 años. Gimnasta y chef.
Hijo: Colin. Nació en España. 12 años. Practica Jiu Jitsu y es gamer. Desarrollador de Roblox. Su compañero para jugar Mario Kart.
Hija menor: Camila. 7 años. Es golfista y tiene el espíritu de su madre multiplicado por 100.
Mascota: Arthur, un Mini Goldendoodle.
Ex esposo: Jason Hackl. Trabaja para el gobierno, lo que lo hace vivir actualmente en Washington DC. Son grandes amigos y hacen un buen equipo como papás comprometidos.
La primera vez que alguien usó la frase “madrina del Metaverso” fue mi amigo de Metaverso de Nike, Andrew Schwartz. En el 2021, El co-fundador de Reddit, Alexis Ohanian, tuiteó preguntando a qué mujeres y personas debería seguir en Web3. Andrew enumeró algunas personas y luego tuiteó: “Ah, y no te olvides de Cathy Hackl, ella es la madrina del Metaverso
Libros que ha publicado:
Marketing de nuevas realidades: una introducción a la realidad virtual y la realidad aumentada del marketing, la marca y comunicaciones. Co- autora con Samatha G. Wolfe, 2017.
La fuerza laboral aumentada: cómo afectará el metaverso a cada dólar que gane. Co- autora con John Buzzell, 2021.
Navegando por el metaverso: una guía para posibilidades ilimitadas en un mundo Web 3.0. Co-autora con Dirk Lueth y Tomasso Di Bartolo, 2021.
En el Metaverso: la guía esencial para las oportunidades comerciales de la era Web3. Autora, 2023.
Computación espacial: una revolución empresarial impulsada por la IA. Co- autora con Irena Cronin, 2024.