Julie Swallow, de 56 años, originaria de Cambridgeshire, Inglaterra, se encontraba en su labor como hidroterapeuta canina cuando en 2021 comenzó a sentir una molestia en su pierna derecha.
Inicialmente, creyó que la sensación era el resultado de su trabajo físicamente demandante. Sin embargo, un día, mientras paseaba a su perro, el hormigueo en sus piernas se intensificó tanto que le resultaba difícil moverse.
“Realmente, pensé que ir a urgencias era ridículo, pero mi amigo me dijo que debería llamar al médico”, comentó Swallow. Después de consultar a su doctor, fue enviada al hospital, donde las exploraciones revelaron que tenía dos tumores cerebrales inoperables en el centro de su cerebro.
Diagnóstico devastador y tratamiento
Los médicos le informaron que los tumores eran metastásicos, lo que indicaba que, probablemente, se habían originado en otra parte de su cuerpo, posiblemente, en el seno, ya que Swallow había superado, con anterioridad, un cáncer de mama.
“Un médico me dijo que, probablemente, me quedaban unas tres semanas de vida, y que se lo dijera a mi marido y a mi familia”, expresó.
A pesar del pronóstico sombrío, los médicos descartaron la quimioterapia debido al tipo específico de tumores. En su lugar, le recetaron un tratamiento de inyecciones mensuales para mantener los tumores bajo control, junto con un seguimiento regular mediante tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.
Sin embargo, poco después, un tercer tumor fue detectado y tratado con radioterapia. En marzo de 2024, se descubrió un cuarto tumor, que fue removido mediante cirugía, lo que dejó a Swallow con complicaciones de movilidad.
“Cuando volví de la operación, no podía caminar muy bien, y desde entonces he tenido muchos problemas de movilidad”, relató Swallow.