Una mujer que corría maratones y la increíble historia de amor y sacrificio por su hijo conmueven al mundo y son virales en redes sociales.
Se trata de Paula Salto, una mujer de 57 años que vivió una juventud muy complicada, sufriendo maltratos en una relación en la que quedó embarazada, pero debido a la situación en que vivía, dio a su hijo en adopción y una vez que se recuperó, se dedicó a buscarlo.
Paula era vecina de Santiago del Estero, en el país sudamericano y fue una luchadora desde muy joven. A sus 8 años lidió con la muerte de su madre, que la obligó a cuidar de su abuela y su papá alcohólico.
Vivió en la calle por un tiempo y se mudó a Buenos Aires cuando era adolescente a buscar un mejor futuro. Este no llegó más bien, a los 19 conoció a Luis, de 23, de quien quedó embarazada.
Tuvieron a su primer hijo Cristian, y al poco tiempo de su nacimiento se embarazó de nuevo. Luis le pidió que abortara desde un comienzo, pero ella no quería y ante las presiones de su pareja tuvo que dar al pequeño en adopción.
Esta situación le afectó mucho en la parte mental. Incluso pensó en quitarse la vida, pero ir a terapia le cambió la vida y estudió enfermería, empezó a trabajar en un centro de salud y su misión siempre fue una.
Ella estaba clara de que su motivo de vida era encontrar al hijo que la vida la hizo alejar de su lado y para ello, empezó a correr maratones con una camiseta que tenía un mensaje claro: a: “Sebastián. Hijo, te estoy buscando. Naciste el 18 de octubre de 1988 a las 13:35 en el Hospital Durand”, así lo contó el medio argentino Clarín.
Esa búsqueda incansable dio frutos hace pocos días, cuando el mensaje de la camiseta llamó la atención de unos amigos de Sebastián y el primer contacto, según Clarín, se dio el 22 de setiembre en la Maratón de Buenos Aires, donde participaron más de 14 mil atletas.
Ese día, el joven le envió un mensaje con el acta de nacimiento, usando eso como prueba de que él era el hijo que ella buscaba y una semana después, se encontraron en un parque.
“Pude acariciar su cara. Charlamos de todo, me contó todo sobre su vida, sus gustos musicales, su vocación de scout, dejamos que fluya la relación... soy feliz. Sebastián me dijo que no le tengo que pedir perdón, ni tiene resentimientos y quería que supiera que está bien”, le contó al medio sudamericano.
Esta argentina antes de quedar embarazada de su primer hijo, quien también buscaba a su hermano, vivió en la calle tras quedar huérfana de mamá y tras dar en adopción sin su consentimiento a Sebastián tocó fondo, pero la terapia y el atletismo le dieron la fuerza que necesitaba y la reunieron con su hijo.