Don Hernán Sojo y su gatita Nucita demostraron que el amor entre una mascota y su amo no tiene límites, este incluso va más allá de la muerte.
El señor tenía 66 años de edad, era vecino de Cachí, en Paraíso de Cartago, y falleció este martes debido a una enfermedad terminal, fue entonces que la historia de amor con su gata conmovió a miles de personas en redes sociales.
En la vela de don Hernán, Nucita no se quiso separar de su amo, estuvo toda la noche en una silla cerca del cuerpo y en la madrugada se acostó encima del ataúd, emocionando a la familia, que lo compartió en redes sociales.
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La historia de Sojo y la peludita inició hace 12 años, cuando la gatita nació en el cuarto de él y desde ahí se hicieron amigos inseparables.
“Él la trataba como una bebé, se preocupaba aunque no estuviera en la casa, siempre estaba al pendiente de ella, dormían juntos y aún en medio de su enfermedad estaban muy unidos”, comentó a La Teja Jeniffer Sojo, la hija del medio de don Hernán.
Ella asegura que en medio del dolor y los problemas de salud, Nucita era una fuente de felicidad y amor para su padre.
“Hace tres meses, cuando mi papá estuvo en el hospital, ella estuvo muy deprimida, apenas lo pudimos traer a la casa, ella estuvo siempre cerca de él y eso lo hacía muy feliz, si él comía ella también tenía que comer y no podíamos regañar a la gata porque se molestaba”, agregó.
Sojo era consciente del gran amor que unía a su papá y a Nucita, por ello la llevó a que lo despidiera como un miembro más de la familia.
“Cuando él falleció yo llevé a Nucita a verlo antes de que llegaran con el ataúd, para que ella se despidiera de él, y quiso poner las patitas cerca de él, como acercarse un poco”.
Tras la muerte de don Hernán, la gatita se ha refugiado en el altar que hizo la familia, ahí ha pasado la mayor parte del tiempo.
“Se la pasa cerca del altar como si supiera que ahí está la foto y que le vamos a rezar, nos hemos preocupado por aquello que no quiera comer, pero sí ha estado tranquila, solo quiere acostarse en medio del altar”, concluyó.
Durante la vela, las personas que llegaban a despedir al señor, salían emocionadas y conmovidas por el dolor de Nucita, que mostró su amor y fidelidad hasta el último minuto.