La periodista Andrea Castro acaba de empezar a trabajar en Canal 13, pero para ello tuvo que superar un montón de pruebas duras que le presentó la vida y que la tuvieron en depresión.
La comunicadora se dio a conocer a nivel nacional hace un año, cuando su rostro se empezó a ver en las pantallas por medio del noticiero de Canal 1, lugar donde empezó a ver la luz tras años turbulentos en los que enfrentó, entre otros, dejar su carrera a un lado, ver a su mamá perder la lucha contra el cáncer, convertirse en madre y divorciarse del papá de su hija.
“Bendito sea Dios, en búsqueda de crecimiento profesional, salí de Canal 1, un lugar al que le agradezco muchísimo la experiencia, la oportunidad, pero había cosas que no me hacían sentir bien. A veces, nuestro corazón nos impulsa, nos mueve a buscar otras oportunidades y, dichosamente, estoy muy feliz de estar acá en canal 13″, contó en una entrevista con La Teja.
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Actualmente, disfruta de una nueva etapa en su vida, mira hacia atrás y asegura que todo fue por un propósito de Dios.
“Estoy tan agradecida porque hay tantos procesos en la vida tan difíciles, demasiado duros. Yo 15 días antes de empezar a trabajar en Canal 1, y lo digo con orgullo y humildad, estuve trabajando en una soda, donde a veces terminaba hasta las 2:00 de la mañana, para limpiar y mientras trabajaba lloraba y le decía a Dios que ‘¿cuándo va a llegar mi oportunidad?’”, recordó emocionada.
Depresión
La frustración de no poder ejercer su carrera no fue lo peor que vivió Castro, en un lapso de tres años estuvo sumergida en varias etapas de depresión.
“Yo me alejé del periodismo durante tres años por el cáncer (páncreas) de mi mamá, después fue muy difícil volver. De un tiempo acá, desde que mi mamá falleció, después me divorcié; viví un proceso de depresión terrible, varias depresiones seguidas, pero con la ayuda de Dios tomé la fuerza para levantarme y han sido años que me he enfocado mucho en mi vida profesional, en salir adelante, centrada en hacer periodismo y en crecer porque la juventud no es eterna”.
Recompensa de vida
La comunicadora estuvo más de un año en Canal 1 y, a pesar de que no todo fue color de rosa y tuvo que convivir con situaciones complicadas, está más que agradecida con ese proceso, porque sabe que era necesario para lo que vive hoy.
“Canal 1 fue un aprendizaje muy grato y también se formó mi carácter. Ahora llevo como un mes y medio en Canal 13, estoy tan feliz de que estoy en lugar donde valoran mi opinión, donde me dejan terminar de dar mi palabra. Estoy aquí de lleno, con buenas condiciones, cubro política y nacionales, soy reportera del 13 Noticias”, contó feliz.
En su presente, asegura que Canal 13 es un gran lugar para estar, para aprender y para crecer.
“Estoy muy contenta con el director que tenemos, siempre hay un sano debate, que debe haber en el periodismo y que te desafía a ser mejor. Siento que, pese a la dificultad, estoy creciendo en gran forma, soy de las primeras en llegar y de las últimas en irse. Todos los días pienso en la mujer que quiero ser, la mamá que mi hija tiene que ver, que admirar; pienso en esa mujer luchadora que se ha ganado las cosas de buena manera, de una manera honrada”.
A Castro estar en televisión le ha cambiado la vida, sabe que ahora está más expuesta a las críticas y los malos comentarios, pero eso no modifica su esencia.
“En lo personal sigo siendo la misma Andrea, tratando de recordar de donde Dios me ha sacado. Hay peligros en la televisión que es poder perderse, desenfocarse, hay muchas cosas siempre a la mano. Lo que ha cambiado es que he tenido que aprender a ser más madura, tolerante, vivir con las críticas y ser más fuerte. Imagínate que yo no me he operado y he visto ‘siempre viejas operadas’, pero también hay gente que te aplaude”.
Ahora la periodista solo busca crecer, estar en paz y disfrutar esta aventura; independientemente, de qué tan larga o corta sea.
“Acá voy a estar, lo que Dios me diga que tenga que estar, lo que Dios me ordene, pero no me pienso dejar de mover, porque tengo la visión de llegar más alto, el límite es el cielo, siempre y cuando Dios decida por mí y me abra las puertas”, concluyó.