Detrás de todo el éxito de “Romper el círculo”, una de las películas más taquilleras de los últimos meses, se encuentra uno de los escándalos más grandes de Hollywood.
Tal y como en la película, en la cual los protagonistas terminan mal, así lo hicieron en la vida real Justin Baldoni y Blake Lively. Y es que ella lo demandó por acoso sexual, lo que desató un escándalo que suma y suma capítulos.
Ella afirma que todo es un esfuerzo coordinado para destruir su reputación, Blake argumenta que el comportamiento de Baldoni, quien también se desempeñó como director de la cinta, le causó “una angustia emocional severa”, de acuerdo con información sobre la demanda que obtuvo TMZ.
La denuncia que, según el The New York Times fue presentada en diciembre en California, acusa a Baldoni y a los estudios Wayfarer de embarcarse en un “plan de varios niveles” para dañar la reputación de Lively, después de que ella se quejara del “acoso sexual repetido y otros comportamientos perturbadores” sufridos durante el rodaje.
Según la demanda, las cosas empeoraron tanto durante el rodaje que hubo una reunión en la que todos participaron para abordar lo que la actriz afirma era un ambiente de trabajo hostil; incluso, Ryan Reynolds , esposo de Lively, estuvo presente.
Esta semana se dio a conocer que la actriz no sería la única que tiene cargos contra el también director.
Lively dijo en una enmienda a su demanda contra Justin Baldoni que otras dos intérpretes de la cinta “Romper el círculo” están dispuestas a testificar contra su coprotagonista y director de la misma.
Su alegato supone un nuevo giro en este caso que comenzó en diciembre, cuando Lively señaló tanto a Baldoni como a su estudio Wayfarer.
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La denuncia enmendada de Lively no incluye el nombre de esas intérpretes ni cita de forma directa los mensajes intercambiados por un supuesto miedo a que sean expuestas al mismo ciberacoso y amenazas que ella y su marido, Ryan Reynolds, dicen haber sufrido desde que comenzó esta mediática disputa.
La demanda enumera las peticiones que se abordaron en esa reunión del rodaje debido a la conducta de Baldoni, ya que ella lo consideró acoso. Entre esas demandas se citan: no mostrar más videos o imágenes de mujeres desnudas a Blake, no mencionar más la supuesta “adicción a la pornografía” previa de Baldoni, no hablar más sobre conquistas sexuales frente a Blake y otras personas, no mencionar más los genitales del elenco y el equipo, no preguntar más sobre el peso de Blake y no mencionar más al padre muerto de Blake.
TMZ relata que la demanda sostiene que el estudio aceptó y aprobó las exigencias, pero al final la película fracasó, en parte debido a un enorme conflicto sobre cómo se promocionaría. Blake quería un discurso más optimista sobre la resiliencia de su personaje, mientras que Baldoni quería que el enfoque se centrara en la violencia doméstica.
Lively dijo al The New York Times que espera que su demanda “ayude a proteger a otras personas que puedan ser atacadas”.
Baldoni niega todo lo dicho por su coprotagonista
Bryan Freedman, abogado de Baldoni, dijo que las acusaciones son “falsas, escandalosas e intencionalmente lascivas con la intención de dañar públicamente”. Además, agregó que Lively fue una pesadilla en el set, amenazó con no presentarse y no promocionar la película.
De hecho, el actor hizo una contrademanda a Lively y a su esposo en su caso por difamación, ya que afirma que todo lo que ella dice es mentira.
En la denuncia, interpuesta en un tribunal federal de la Gran Manzana, Baldoni acusa a la pareja de actores, a Leslie Sloane -publicista de Lively- y a la agencia de representación Vision PR, por los delitos de extorsión civil, difamación, e incumplimiento del pacto implícito de buena fe y lealtad en el trabajo, entre otras cosas.
Los abogados de Baldoni piden al tribunal la celebración de un juicio y que su cliente reciba, al menos, 400 millones de dólares en calidad de daños y perjuicios.