Un vuelo recreativo por el Valle Central por poco termina en tragedia al estrellarse un zopilote contra el parabrisas de una avioneta, pero la astucia del piloto --de apellido Vargas-- evitó que eso pasara.
Esta situación ocurrió este sábado 14 de agosto, a las 11:18 a. m. cuando la aeronave se disponía a aterrizar en el aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas.
Los vuelos de paseo duran alrededor de ocho minutos.
Antonio Arce, bombero destacado en el aeropuerto, resaltó la destreza del piloto por controlar sus emociones, la aeronave y llevarla a salvo a tierra junto con las cinco personas que iban con él.
El impacto del ave contra el parabrisas lo quebró y los pedazos golpearon al piloto y a dos personas que iban en la parte delantera; ellos necesitaron luego atención médica, otras tres no sufrieron consecuencias.
“El parabrisas es un acrílico, no son como los del carro, que se pulverizan, sino más bien que salen partes grandes que pueden provocar una cortada grande, ellos tenían cortaduras, se hizo un control de sangrado, pero ninguno estaba grave”, señaló Arce.
Héctor Chaves, jefe de Bomberos, agregó que el zopilote rompió el parabrisas y entró a la nave. Debido a los golpes que sufrieron los afectados fueron llevados al Hospital del Trauma del INS, pero están fuera de peligro.
Arce concluyó diciendo que no es común que las aves se estrellen contra las aeronaves, pero antes han ocurrido incidentes similares. Por ejemplo, en noviembre del 2017 un zopilote se estrelló contra un helicóptero en Santa Ana y el aviador logró llegar hasta el aeropuerto Tobías Bolaños.
En los aeropuertos hay control de fauna, por medio de dispositivos sonoros y de pirotecnia las espantan.