Una zaguatica de cuatro meses es una de las candidatas de la Unidad Canina del OIJ para convertirse en una agente de cuatro patitas.
En la unidad, ubicada en el Complejo de Ciencias Forenses de San Joaquín de Flores, le pusieron Daina, ella no fue una perrita donada, si no que llegó solita, la peludita quiere ser policía.
Alejandro Castillo, jefe de la Unidad Canina, contó que a mediados de febrero el guarda del Complejo les dijo que un perro andaba afuera, por lo que él se fue a ver y se dio cuenta de que la perrita no era ninguno de los oficiales.
“Yo la vi y me llamó mucho la atención porque es una perrita zaguatica, pero tenía características de perro de tipo cacería, de la línea que antes se conocía como grifón, son esos perros con bigotes largos, en tono amarillo y de pelito tieso.
"El guarda me dijo que él se la podía dejar, pero le dije que me la diera para hacerle unas pruebas, hemos preguntado en las casas cercanas para ver si es de alguien, incluso se publicó en el Facebook de la comunidad y tampoco, más bien sospechamos que la vinieron a dejar aquí”, dijo Castillo.
Para que un perro se convierta en policía le miden la dureza y la blandeza, para ver si va a lograr cumplir con su trabajo, en la unidad les llamó la atención que cuando Daina entró y pasó donde están los perros, aunque le ladraban ella no se asustó y más bien caminó por el pasillo sin mostrar temor.
“La raza no es lo que importa, si no que tenga el impulso para trabajar y jugar”, dijo Castillo.
El adiestrador Gustavo Núñez, ha entrenado varios días a Daina y aseguró sentirse muy contento porque es muy inteligente y muestra mucho interés en lo que la ponen a hacer.
Daina podría convertirse en unos meses en la primera zaguatica en la unidad, pues anteriormente han probado a otros perritos de la calle, pero no pegan.
Según el ojo del experto, la peludita tiene pinta para convertirse en experta en detección de hidrocarburos.
Así como Daina, también hay otros cachorritos en entrenamiento para ser policía, ya que este año se pensionan tres perros. Addy, que es experta en detección de armas, Harry experto en drogas y Maya en hidrocarburos.
Daina y Orick, un pastor australiano Line Red Heleer (de dos meses), son los más pequeñitos.
Don Alejandro dice que hay tres perritos más de un año que llevan cuatro meses trabajando y están como a un mes de incorporarse. Baco, experto en buscar rastros de sangre humana, Sakura, una “gata” en la búsqueda de drogas y Cocoa, preparada en armas de fuego e indicios balísticos.
“Aunque nos han dicho que los perros se entrenan después del año, nosotros creemos que es mejor entrenarlos desde cachorros, lo que pasa es que hay que enseñarles con mucho amor y paciencia porque para ellos es un juego, nosotros lo que queremos es que los perros trabajen felices y contentos, y todo lo reforzamos en positivo”, dijo Núñez.
Todos los perritos llegan a la unidad por donación de la Embajada de los Estados Unidos o de la Asociación Nacional de Investigadores en Criminalística (ANIC), algunos llegan con nombre y a otros se los ponen los oficiales.
Cuando se pensionan deben ser adoptados por empleados judiciales dispuestos a cumplir con una serie de requisitos, incluso,hasta que se les abra un proceso administrativo si al perro le ocurre algo por negligencia.
En la unidad trabajan 14 perros especializados en drogas, hidrocarburos, restos humanos y sangre, indicios balísticos y armas de fuego. Los peluditos, además de trabajar, también van a hogares de ancianos a visitar a los viejitos y a escuelas para prevenir el bullying.