Las fiestas cívicas de Sardinal de Carrillo, en Guanacaste, se movieron más de la cuenta por un gran zafarrancho que tuvo hasta golpes, se apagó y se volvió a encender.

El pleito se armó debido a que, en apariencia, un hombre apellidado Ruiz no quiso pagar para hacer uso de los orinales.

Las autoridades informaron que la voladera de golpes y patadas en la que se vieron involucradas varias personas ocurrió la madrugada de este martes 3 de mayo dentro del campo ferial.

La versión que tiene la Fuerza Pública señala que todo se originó debido a que Ruiz no quiso soltar los ¢500 que le cobraban por usar los servicios sanitarios y prefirió vaciar la vejiga cerca de una malla.

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Según las autoridades, el administrador de los baños, cuya identidad no se dio a conocer, le reclamó diciéndole que ese no era lugar para hacer sus necesidades y Ruiz le respondió de una vez con golpes. Así comenzó propiamente el zafarrancho.

Agarró fuerza

Personas que acompañaban a Ruiz no se iban a quedar de brazos cruzados y se metieron a defenderlo, sin embargo, la bronca se calmó a los pocos minutos gracias a la intervención de unos oficiales de la Fuerza Pública.

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Pero la paz no duro mucho y poco después el pleito volvió a tomar fuerza y en esta ocasión más de veinte personas se agarraron, así que los uniformados se vieron en la obligación de pedir refuerzos.

La Fuerza Pública informó que al final de cuentas ninguna persona fue detenida, pero se hicieron cinco partes policiales: uno para el administrador de los baños y cuatro para sujetos que participaron en el pleito, entre los que estaría Ruiz. Y todo por no pagar ¢500.