Uno de los imputados por el caso “Gallo Tapado”, relacionado con la sustracción de ¢3.200 millones del Banco Nacional, pasará Navidad, Año Nuevo y hasta más tiempo en la cárcel.
Anoche se dio a conocer que al tesorero de apellidos Olivas Valle le impusieron 6 meses de prisión preventiva, mientras que el resto de investigados quedaron libres, pero con medidas cautelares.
La Fiscalía Anticorrupción definió que los restantes imputados no podrán salir del país, tener comunicación con testigos del caso y firmar cada 15 días.
Los otros investigados son de apellidos Hernández Saborío (contador), Ramírez Sandí, Ugalde Morales y Blanco Oviedo (supervisores de procesamiento de efectivo), una mujer apellidada Cerdas Méndez (autoevaluadora de Procesamiento de Efectivo) y un hombre de apellidos Madrigal Faerron (exjefe de Tesorería).
Los únicos dos que quedaron en libertad y sin ninguna medida cautelar son un oficial de seguridad privada, apellidado Bolaños Zúñiga, y la directora jurídica del Banco Nacional, de apellidos Herrera Cantillo. Según la Fiscalía, esto se debe a que, al parecer, tuvieron menor participación en los hechos.
Punto ciego. Según las autoridades, Olivas habría aprovechado un punto ciego de una cámara de seguridad para sacar el dinero en sobres de manila.
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La Fiscalía informó que por medio de videos han vinculado a Olivas con 10 eventos, pero estos podrían ser más, pues se presume que podría haber iniciado con la sustracción de dinero desde el 2019, fecha en la que se realizó el último arqueo físico de la caja fuerte ubicada en el área en el que trabajaba.
En cuanto al resto de imputados, lo que se investiga es si estos conformaron un grupo junto a Olivas para facilitar la sustracción del dinero.