Sucesos

Violento accidente en carretera dejó una leal amistad entre traileros

El trailero Carlos Alberto Seas volvió a nacer cuando un contenedor aplastó su cabezal y este salió ileso

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Carlos Alberto Seas Martínez cumplió este domingo 4 de agosto un mes de haber estado a un hilo de la muerte, luego de que el cabezal que manejaba quedara totalmente destruido tras ser aplastado por un contenedor.

Esta tragedia ocurrió en la carretera Braulio Carrillo, conocida como la ruta 32, la noche del jueves 4 de julio anterior.

La desgracia cobró la vida de otro trailero de apellido Zapata, de 36 años y de nacionalidad nicaragüense. Por razones que se desconocen, Zapata perdió el control en una curva, el contenedor que llevaba se fue contra el cabezal que llevaba Carlos Alberto y lo destruyó por completo.

El fuerte impacto arrugó la carrocería como si se tratara de un papel, y solo un milagro protegió la vida del trailero costarricense, quien viajaba en sentido Limón hacia Cartago.

El sobreviviente quedó atrapado entre las latas retorcidas, no podía moverse y además estuvo inconsciente. Ambos tráileres abarcaron los dos carriles de ascenso; no obstante, dejaron libre el de descenso con sentido hacia Limón.

Alberto no tenía fuerzas y sin buscarlo encontró, en ese momento, una amistad leal que le terminó salvando la vida. Se trata de otro trailero tico de nombre Rolando Enrique Obando, quien no dudó en atrasarse con su ruta al ver que había un aparatoso choque y que podía haber sobrevivientes.

Carlos Alberto Seas Martínez cumplió este domingo 4 de agosto un mes de haber estado a un hilo de la muerte, luego de que el cabezal que manejaba quedara totalmente destruido al ser aplastado por un contenedor. Foto: Alberto Seas para La Teja
Carlos Alberto Seas Martínez encontró a un amigo en Rolando Obando al sobrevivir a un violento choque. Foto: Alberto Seas para La Teja

Rolando vio el cabezal y reconoció que se trataba de una empresa costarricense; en cuestión de segundos encontró a Carlos Alberto bastante golpeado, pero vivo. En ese momento surgió otra emergencia, pues no tenía señal en el teléfono para pedir ayuda; sin embargo, caminó unos metros de donde se dio el choque y pudo avisar de la tragedia.

“No sé cuánto tiempo transcurrió, pero Rolando me cuenta que él reconoció el número de la tapa del motor, y supo que yo andaba ese contenedor. Él pegó un brinco entre los escombros y llegó hasta donde está el motor del camión y me dijo: ‘Beto, Beto’ y yo ahí abrí los ojos”, expresó el trailero.

Carlos Alberto agradece ese gran gesto, pues la Cruz Roja y Bomberos lo liberaron a tiempo, ninguna parte de su cuerpo fue amputada, y tampoco tuvo problemas en sus órganos por quedar prensado.

El milagro del trailero no había terminado, porque cuando lo llevaron al hospital Calderón Guardia, en San José, le dijeron que no tenía ninguna fractura, solo fuertes golpes; incluso, necesitó puntadas, pero lo enviaron a la casa para su recuperación.

Carlos Alberto Seas Martínez cumplió este domingo 4 de agosto un mes de haber estado a un hilo de la muerte, luego de que el cabezal que manejaba quedara totalmente destruido al ser aplastado por un contenedor. Foto: Alberto Seas para La Teja
Carlos Alberto Seas Martínez quedó en medio de las latas retorcidas y aplastadas, aún así no tuvo fracturas. Foto: Alberto Seas para La Teja

“Ese día recuerdo que me detuve a las 7:20 de la noche en el cruce de los Roberto, ahí por El Yugo, en el cruce que va para Sarapiquí. Estaba en mi hora de descanso, puse la alarma a las 8:20 de la noche, arranco el camión y cinco minutos después comencé a subir, pasé el río Sucio; la noche estaba despejada, bonita, no había carros, iba solo y en una curva, antes de que se termine el carril de doble ascenso, veo que venían las luces voladas.

“Cuando vi que era un cabezal con contenedor bajando a, aproximadamente, 110 kilómetros por hora. Ese hombre (se refiere al trailero fallecido) salió de la curva tan rápido que el contenedor que llevaba se le vuelca al costado izquierdo, y se le corrió por todo el ancho de la calle, por lo que yo no tenía por donde quitármelo”, recordó el sobreviviente.

Carlos afirma que el iba a unos 30 kilómetros por hora y llevaba un peso de 40 mil kilos, por lo que no tenía cómo reaccionar.

Carlos Alberto Seas Martínez cumplió este domingo 4 de agosto un mes de haber estado a un hilo de la muerte, luego de que el cabezal que manejaba quedara totalmente destruido al ser aplastado por un contenedor. Foto: Alberto Seas para La Teja
Esta imagen para Carlos Alberto Seas Martínez le hace recordar que está viviendo un milagro. Foto: Alberto Seas para La Teja

Afirma que, en ese momento, perdió la consciencia y ahora se sorprende al ver las fotos o videos del tremendo accidente al que sobrevivió.

“Ese contenedor me pasó por encima y el cabezal quedó inservible tras quedar aplastado. Solo he pensado: ‘¡por Dios! ¿cómo quedé vivo ahí?’ La única respuesta que encuentro es que fue un milagro, mi ángel de la guarda tiró una capa y Dios puso la mano para protegerme”, analiza el trailero.

Carlos Alberto lamenta que una persona haya fallecido, pero también piensa en que esa situación también casi le quita la oportunidad de seguir viendo por su familia.

Beto concluyó diciendo que tiene 42 años de vida, pero ahora cumplió un mes de volver a nacer. Asimismo, señaló que en sus 20 años de experiencia como camionero nunca había tenido un accidente tan grave y solo espera que jamás le vuelva a ocurrir.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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