Es muy difícil que un violador en serie pueda reintegrarse a la sociedad. Los expertos aseguran que son personas sin remordimiento ni empatía por aquellos a quienes atacaron, que son muchos cada año.
Solo en el 2017, el OIJ recibió más de 200 denuncias por violaciones.
En La Teja publicamos semanas atrás la historia del bailarin exótico Henry Marín Quesada, conocido como "el Sable" y quien descuenta una pena de 156 años de cárcel por siete violaciones cometidas en un charral cercano a una parada de buses sobre la pista General Cañas, frente al residencial Los Arcos, en Heredia.
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Marín atacaba únicamente a mujeres de pelo negro. Después de asaltarlas las violaba y a continuación hacía algo que siempre llamó la atención de las autoridades porque, si es que cabe, las trataba con "amabilidad".
Marín no reconoce lo que hizo, se refiere a las violaciones como "el daño" y ante el cuestionamiento de si se arrepiente o no responde "¿de qué sirve arrepentirse si el daño ya esta hecho?".
Este violador en serie lleva 21 años guardado y aunque se infla el pecho diciendo que ya casi sale, las autoridades aseguran que eso no podría darse hasta que le falten ocho años para cumplir la pena máxima de 50 años.
Salen a lo mismo
El criminólogo Gerardo Castaing explica que la falta de remordimiento provoca que, en la mayoría de los casos, los violadores en serie que cumplen sus penas no se logren reinsertar a la sociedad.
"Incluso buscan volver a delinquir, la cárcel no es suficiente castigo o terapia para muchos pues salen de la cárcel y vuelven a caer pese a que enfrentan penas tan altas", explicó el criminólogo.
Castaing añadió: "en muchos casos quieren demostrar que están arrepentidos, pero han pasado años pensando cómo van a volver a atacar cuando salgan de la prisión. Algunos ni siquiera se interesan en tomar algún tratamiento de los que se les ofrecen en la cárcel porque para muchos (violadores) este tipo de delito les da grandeza".
Le hicimos varias consultar al jefe nacional de Psicología interino del Ministerio de Justicia y Paz, Andrés González, sobre los violadores en serie y la posibilidad de que regresen a la sociedad, pero no a hacer daños.
–¿Cuáles son las características que presenta un violador en serie?
–Existe una categoría macro en la que están los ofensores seriales. Dentro de ellos existen los ofensores sexuales seriales, que se caracterizan por realizar distintas ofensas sexuales a diferentes víctimas que tienden a ser desconocidas. Los ofensores sexuales seriales generalmente presentan fantasías de agresión sexual y dominación. Visualizan (a las víctimas) como objetos y esto podría hacer que estimule su necesidad de grandiosidad u omnipotencia.
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Por ejemplo, cuando una víctima lucha por defenderse, el ofensor sexual serial puede incrementar el nivel de satisfacción por la observación de conductas de la víctima, generando mayores ofensas a la misma y llegando en ocasiones a finalizar con la vida de esta.
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Estos sujetos pueden presentar alguna desviación sexual o trastornos de personalidad, pero esto tendría que ser diagnosticado por un psicólogo o un psiquiatra.
Otro elemento que hay que tomar en cuenta es la compulsión para realizar las conductas sexuales, que es lo que provoca que reincidan.
Ellos no presentan empatía ni remordimiento con la víctima.
–¿Qué tipo de tratamiento reciben estas personas en la cárcel, es un tratamiento para toda la vida, psicólogos o medicación?
–El abordaje profesional en este tipo de personas es complejo y difícil de llevar a cabo. Primero, no podemos hablar de tratamiento pues, como tal, el ofensor sexual serial no está enfermo, se requiere una valoración para la identificación de características psicológicas, psicopatólogicas, motivacionales, sociales y jurídicas.
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La participación en los procesos de atención es voluntaria. Esto, sumado a que generalmente no presentan remordimiento ni empatía para con la víctima, podría hacer que se complejice más la atención o no quieran recibirla.
El presentarse en estas personas una compulsión para ofender sexualmente hace que la probabilidad de recurrencia en este tipo de conductas sea significativa independientemente del momento en que salgan.
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–¿Les hacen revisiones constantes?
–A nivel penitenciario se brinda atención interdisciplinaria, priva la atención psicológica de acuerdo a las valoraciones que previamente se realizan, eso dependiendo de la actitud que tenga la persona privada de libertad.
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Las valoraciones se realizan por parte de psicólogos, trabajadores sociales, orientadores, abogados.