Las llamas no daban descanso. El enemigo amenazaba y era necesario frenarlo y vencerlo.
Durante 10 horas, un grupo de 50 bomberos se fajó sin pausa contra un incendio que afectaba una bodega de plásticos en la zona franca BES, en El Coyol de Alajuela.
Ese es el incendio más grande de una construcción que ha ocurrido en lo que va del año.
La batalla de los rescatistas se inició a eso de las 3:45 de la mañana de este jueves. La tarea que había por delante era gigantesca.
Al parecer, uno de los trabajadores oyó como una explosión y avisó a sus compañeros, que salieron de inmediato.
En menos de 15 minutos los bomberos ya estaban en el lugar y confirmaron que se trataba de una bodega de las empresas Prodex (Productos de Espuma S.A.) y Proplax (CRI Industrial de Termoformados S.A.), en la cual se almacenaban productos plásticos y de poliestireno.
“Ellos fabrican envases plásticos, principalmente para el manejo de alimentos, como los que se usan en las cadenas de restaurantes de comidas rápidas”, explicó Luis Salas, jefe de Operaciones de Bomberos.
Batalla cuesta arriba
Las llamas agarraron mucha fuerza conforme consumían los materiales inflamables que estaban en la bodega. La mayor preocupación de los bomberos era evitar que el fuego alcanzara otras estructuras, lo que habría complicado más la ya difícil situación.
Los bomberos se fajaron y con la ayuda de ocho camiones extintores enviados desde varias estaciones -- Alajuela, Belén y Heredia-- lograron cortar el paso del fuego, pero sus labores aún no terminaban.
“Como a la hora y media (6:05 de la mañana) finalmente logramos tener el fuego bajo control, pero eso no quiere decir que se apagó, sino que logramos cortar el avance hacia otras estructuras”, detalló Salas.
Las autoridades informaron que, pese al gran tamaño del incendio, afortunadamente ningún trabajador o bombero resultaron afectados. Solo hubo daños materiales.
“Siempre nos hemos preocupado porque nuestros empleados tengan la capacitación necesaria para enfrentar todo tipo de eventos y la aplicación de nuestros protocolos permitió que ninguno de ellos resultara herido”, dijo Sergio Luconi, director de negocios de Prodex.
Ya se sabe: “hombre prevenido, vale por dos”.
Agotados
La lucha contra las llamas fue tan agotadora que muchos de los bomberos que trabajaron durante la madrugada fueron relevados por compañeros a las 8 de la mañana. La misión de los recién llegados era apagar las llamas que aún quedaban.
Salas destacó que uno de los puntos que más complicó la labor de todo el equipo fue un punto en el cual parte del techo de la bodega se vino abajo.
“Fue necesario llevar una plataforma para poder llegar a un fuego que estaba en el centro de la fábrica, donde se dio el colapso del hecho, eso creó una especie de caparazón que protegió lo que se estaba quemando debajo y no nos permitía que el agua llegara”, detalló don Luis.
Dice que elevaron la plataforma y en cuestión de veinte minutos lograron controlar ese foco de fuego.
Salas informó que a las 2 de la tarde hasta la llamita más pequeña había sido apagada; pero el trabajo seguirá al menos hasta el sábado porque Bomberos hará una investigación, como ocurre siempre.
“El punto de ignición (inicio) fue ubicado en una bodega de la planta, coincide con lo que nos manifestaron las personas que estaban en el lugar, ahora hay que determinar la causa. Ya tenemos a cuatro investigadores de incendios enfocados en revisar metro por metro para averiguar qué pasó”, afirmó Salas.
Pero además de la investigación, los bomberos estarán revisando el área afectada ya que --según dijo Salas-- a veces el plástico se funde y se seca por fuera, pero por dentro sigue conservando el calor y eso podría desencadenar un nuevo incendio.
Empresa afectada
Por medio de un comunicado la empresa Prodex, en la que trabajan más de 200 personas, explicó que de momento no podría hacer una evaluación concreta de los daños, aunque se sabe que las pérdidas son millonarias.
Luconi, el director de negocios de Prodex, dijo que la compañía está enfocada en garantizar la seguridad de sus trabajadores y en ayudar a las autoridades con la información que necesiten.
Victor Arroyo se topó con los estragos del incendio cuando llegó a su trabajo en la zona franca. Aunque él no labora para las empresas afectadas dijo sentirse triste porque tiene muchos amigos que sí.
“Hablé con uno y lo que me dijo fue que les habían indicado que se les estaría avisando en qué situación quedarían, ya que el proceso de investigación apenas empezaba y por ahora no había nada que hacer.
“Es triste porque ahí trabaja mucha gente, sé de varias personas que habían conseguido ese trabajo hace poco, eso es duro porque a como está todo es difícil conseguir trabajo pronto”, dijo Arroyo.
Trajo recuerdos
Este incendio hizo recordar otro muy grande ocurrido el sábado 2 de mayo del 2020 en una bodega de la empresa Empaques Santa Ana, también en El Coyol de Alajuela, y que fue señalado por el Cuerpo de Bomberos como el incendio más grande de los últimos diez años.
En aquella ocasión más de 450 rescatistas tuvieron que trabajar durante 125 horas de forma continua para doblegar a las llamas, que una bodega donde se almacenaban cartón y papel.