El bombero Douglas Leitón Chinchilla, de 33 años, es un verdadero ejemplo de valentía, pues en cuestión de un año enfrentó y venció dos peligrosas enfermedades: la leucemia y el covid-19.
Luego de un año y un mes de estar alejado de las canchas por esos males, este domingo el rescatista finalmente regresó a la estación de Bomberos de Ciudad Quesada, donde sus compañeros lo recibieron con una lluvia de aplausos.
“Hay que poner la fe, pero de corazón, en Dios; confiar en Él, nunca cuestionar el porqué lo está haciendo a uno vivir eso, hay que entregarle las cargas y los malestares”, dijo el bombero.
Leitón, quien tiene 6 años de trabajar como bombero permanente, contó que su batalla inició a finales de abril del 2020, cuando comenzó con problemas respiratorios.
“En un principio se valoró la posibilidad de que fuera covid, pero las pruebas salieron negativas; sin embargo, en unas placas se veía como una masa en el pecho. Me enviaron del hospital de San Carlos al hospital México y ahí se dieron cuenta que la masa era por la leucemia”, recordó.
Atención muy rápida
El rescatista fue internado el 8 de mayo del año pasado y el día 19 de ese mes le pusieron la primera quimioterapia, lo que él agradeció, pues dijo que le dieron una atención muy rápida a su caso.
“Tres semanas después me hicieron un examen de médula y ya comencé a salir limpio de células cancerígenas.
“Gracias a Dios hasta la fecha estoy limpio, lo que pasa es que el protocolo hay que continuarlo, entonces hay que seguir con el proceso de medicamentos, esto lo termino hasta setiembre del 2023, pero ahora voy mensualmente, no como los nueve meses pasados que iba a diario”, detalló.
Leitón dijo que afrontar la leucemia no fue cosa fácil, pues durante las primeras semanas se le tuvieron que hacer 20 transfusiones de sangre, perdió el cabello y bajó más de 13 kilos, pero poco a poco ha sido recuperando su peso y la fuerza.
Segundo round
Cuando Douglas pensó que la pelea había terminado, la vida lo sorprendió con un segundo round, solo que esta vez su rival sería el virus del covid-19.
“Un fin de semana de julio me dio una infección en la orina. El lunes, que fui al hospital al tratamiento, me dejaron internado para ponerme antibióticos durante siete días. Por protocolo me hicieron la prueba de covid y salió positiva.
“Me aislaron del todo porque estaba completamente sin defensas y con antibióticos para la infección. Fue en el sexto piso del área de covid (del hospital México)”, recordó.
La noticia fue como un golpe bajo para el bombero, pues significaba que una vez más iba a tener que luchar por su vida, y esta vez no estaba tan seguro de ganar la pelea.
“Con la leucemia yo no me asusté, no pensé que me iba a morir, siempre estuve confiando en Dios, pero cuando me dijeron que salí positivo de covid, ahí sí sentí miedo, sentí a la muerte de cerca”, añadió.
En la cabeza de Douglas se repetían las palabras que le dijo que una doctora cuando salió del internamiento por la leucemia: “Me dijo que me cuidara porque si me daba covid yo me moría”.
Gran victoria
Después de desahogarse, Douglas se dio cuenta que esa batalla no la podía ganar solo, por eso puso todas sus preocupaciones en manos de Dios y aseguró que Él fue quien le dio las fuerzas para salir adelante.
Leitón dijo que también encontró fortaleza en el apoyo y los chineos que le dieron sus dos hijas, Jimena y Valery, de seis y diez añitos respectivamente.
“Salí siete días después y me mandaron para la casa a que pasara la cuarentena aislado, me parece que una semana después volví al hospital a hacerme el hisopado y me dijeron que era negativo, eso fue como a finales de julio del año pasado”.
Sueño hecho realidad
El bombero contó que la bienvenida que sus compañeros le dieron este domingo lo hizo recordar un momento que vivió en el hospital, cuando le preguntaron qué era lo que más deseaba.
“No se me olvida que era el 15 de setiembre, estaba internado porque me entró una bacteria y me tocaba una inyección muy dolorosa que es parte de la quimioterapia, entonces la enfermera se acercó y me dijo que pensara en algo que me hiciera sentir alegría, algo que deseara, y yo le dije que lo que quería era volver al trabajo, porque para mí era el mejor del mundo.
“Ese día soñaba despierto con el regreso a la estación y me imaginaba exactamente lo que viví este domingo, que mis compañeros me recibían de esa forma, lo que yo imaginé se me hizo realidad”, finalizó.