Un hombre de apellido Jiménez y de 29 años, cayó en manos de la Policía Judicial como sospechoso de difundir videos de pornografía infantil mediante un chat en el que había 200 personas de distintas partes del mundo.

La captura se realizó este jueves en Parrita, Puntarenas, donde los agentes allanaron la casa del sujeto y decomisaron evidencia importante, entre ellas cuatro celulares, una computadora y varios dispositivos de almacenamiento.

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Erick Lewis, jefe de la Sección de Delitos Informáticos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo este viernes durante una conferencia de prensa que la investigación por el caso empezó en abril del año pasado, gracias a una llamada confidencial.

“Culmina una investigación sobre una una red de distribución de pornografía infantil. Se logró identificar al sospechoso de 29 años, que difundía videos relacionados con menores de edad y lo hacía a través de un sistema de mensajería en Internet.

“Esta persona envió gran cantidad de videos por ese medio, los cuales era recibidos por muchas personas en diferentes partes del mundo”.

El jefe policial dijo que las evidencias decomisadas serán analizadas por especialistas para determinar si las cintas fueron grabadas en el territorio nacional, ya que significaría que Jiménez utilizó a menores cercanos a él para grabar las cintas, situación que agravaría aún más la situación.

“En la gran mayoría de los videos que él difundió se observan niños de entre dos y los ocho años, algunos teniendo contacto con otros niños y en otros con adultos".

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Lewis dijo que es preocupante que este tipo de personas busquen cada vez chiquitos más pequeños para cometer sus delitos.

“Hemos detectado que las víctimas cada vez tienen edades más bajas, en otros casos hemos encontrado videos de niños de un año o hasta menos”, reveló el agente.

Van por más enfermazos

Lewis contó que el análisis de las pruebas también les permitirá determinar si en el grupo había más costarricenses relacionados, por lo que no descartan otras detenciones. Además tratarán de identificar a los miembros de los otros países para enviarles información a las autoridades correspondientes.

Sobre el sospechoso las autoridades dijeron que llevaba una vida normal, ya que vivía en Parrita con la familia y trabajaba como operario en una empresa comercial.

Por medio de la investigación los agentes determinaron que Jiménez era uno de los miembros más activos del grupo que difundía la pornografía.

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“Estas redes son bastante cerradas, ya que se cuidan mucho a la hora de agregar personas. Además ponen cierto tipo de condiciones, por ejemplo exigen que todos los participantes envíen información y no solo vean los contenidos, por lo que a los que se niegan a mandar fotos y videos los sacan del grupo”, explicó el experto.

El jefe policial contó que este es el primer operativo de este tipo que llevan a cabo este año y le piden a la población denunciar casos como este a la línea confidencial 800-8000-645.