Rosbin Marín, oficial de la Policía Municipal de San José, se convirtió en el héroe de un zaguatico la mañana de este lunes cuando lo sacó de una alcantarilla de más de dos metros de profundidad en Pavas.
Según nos contó Marín, él y un compañero estaban cubriendo una actividad en la sinagoga en Pavas cuando le pidieron la ayuda.
“Un señor nos vio y nos dijo que le pareció que escuchó como unos ladridos o un llanto en una alcantarilla, entonces pedimos permiso para ir a revisar de qué se trataba”, narró el policía.
Rosbin comentó que fueron hasta la rampa que sube de circunvalación en dirección a Pavas, a la pura par del puente que está junto al BAC. Allí encontraron al peludito.
“En esa calle no hay ni acera para caminar, cuando me acerqué, empecé a escuchar al perrito llorar, yo estoy en la unidad canina y sé bastante de la conducta de los perros porque nos capacitaron. Primero traté de hacerle cariño para ver si trataba de morderme, le empecé a hablar y se puso todo contento, fue una felicidad y yo solo le daba gracias a Dios porque no estaba lloviendo”, explicó el oficial.
Para el zagüatico de color negro, ver al oficial fue como si le hubieran servido un suculento hueso de chuleta, pasó de llorar a saltar y ladrar, y claro, meneó su rabito como nunca.
“Tenía que meterme a sacarlo antes de que lloviera, nosotros constantemente rescatamos animales. En esa alcantarilla había toda clase de basura, además aparecen unas ratas gigantes, pero la verdad es que yo soy amante de los animales y jamás lo hubiera podido dejar ahí.
"Me metí y la alcantarilla me tapaba, una vez dentro le hice cariño para calmarlo y se lo entregué a mi compañero, ya luego él me dio la mano para salir de ahí. La verdad fue una salvada que nos avisaran que el perro estaba en apuros”, dijo muy contento.
Marín, quien tiene 12 años de trabajar en la Policía Municipal, agarró al peludito y lo revisó para descartar que tuviera una herida o fractura, pues le hubiera tocado buscar un veterinario.
“El perrito estaba muy bien, pero seguro tenía horas de estar ahí. Aunque es un zagüatico, no es un perro abandonado porque estaba más gordito de la cuenta, podía tener entre 7 y 9 años, pues tiene la carita toda llena de canitas.
"Muy cerca de donde estábamos había unas personas que nos dijeron que el perrito es de por donde ellos viven, incluso cuando el perro los vio reaccionó contento, entonces nos hicieron el favor de llevárselo para que regrese a su casa”, dijo Marín.
El oficial compartió algunas fotos que tomaron en el rescate en un grupo de WhatsApp que tiene con sus compañeros y de inmediato le empezaron a llover las felicitaciones.
“Yo jamás esperé la reacción, fue mucha la emoción de la gente y de los compañeros porque el perrito está bien, aunque creo que todos pensamos en lo que pudo ser si las alcantarillas se hubieran llenado de agua", comentó el poli.
En la Unidad Canina de la Policía Municipal de San José trabajan 10 oficiales, cinco cada día. Ellos cuentan con perros para investigar casos de drogas y explosivos.
Cada oficial hace yunta con un perro, en el caso de Marín su perrito se llama Athos y bretean juntos desde hace 3 años. Ese peludito es hijo de Aranza, una perrita que fue su compañera en casos de narcotráfico y que ya murió.
“Nosotros somos amantes de los animales, constantemente tenemos que ayudar no solo en rescates así sino cuando hay allanamientos y se dan cuenta de que hay perros de razas peligrosas, entonces nos encargamos de neutralizarlos para evitar de que vayan a morder y los oficiales tengan que actuar, los mantenemos en un lugar seguro y si están en malas condiciones alertamos a Senasa”, explicó.
Finalmente reconoció que le dieron ganas de llevarse al perrito con él, pues haberlo ayudado le alegró la semana.