Aunque nunca se ha puesto un uniforme de la Fuerza Pública, al nuevo ministro de Seguridad, Michael Soto Rojas, le corren por las venas chorros de sangre azul. Y desde carajillo ha estado ligado a esta tarea.
Y es que su abuelo, su mamá y dos tíos formaron parte del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), por lo que tiene bien claro cuáles son las necesidades de los oficiales en esta institución.
Guillermo Rojas, su abuelo materno, fue coronel de la Fuerza Pública en la década de los años 80 y 90, estuvo destacado en la comisaría de Cristo Rey, tiempo en el que hoy ministro pasó su infancia entre juegos y viendo las labores de la autoridad, pues lo llevaban a la delegación policial los fines de semana.
Doña Ana Graciela Rojas, motivada por las funciones de su papá, también se enlistó y fue una policía de calle, de esas que corrieron línea. Su rango fue de sargento.
Y como si fuera poco, dos tíos también formaron parte del Ministerio, uno de ellos fue armero y el otro estuvo toda la vida en la reserva.
“Tengo la sangre azul, azul. Siempre quise ser policía, a mí el tema de la disciplina y la doctrina policial me gusta mucho, por azares de la vida terminé en el OIJ, pero creo que voy a disfrutar mucho el tiempo que esté por aquí”, contó el nuevo jerarca.
Michael, de 44 años de edad, lleva 26 años dedicados a la investigación y ejecución de planes policiales. Su experiencia lo mantuvo como uno de los investigadores de confianza de los directores judiciales e incluso fue subjefe del OIJ de manera interina.
“Me defino como un policía, como un investigador de calle, pues he tenido la bendición de Dios que he logrado ir escalando varios puestos de importancia con mucho trabajo y esfuerzo”, dijo Soto.
Se describe como un ser intenso en la vida profesional y un poco aburrido en lo personal, pues asegura que sus jornadas de trabajo comienzan desde muy temprano, desde las 5:30 a.m. y terminan muy tarde.
Llamada del Presidente
Hace un mes el nuevo ministro no tenía idea del reto con el que se iba a topar. Fueron dos llamadas del entonces recién electo presidente de la República, Carlos Alvarado, los que le cambiaron el rumbo.
En la primer llamada lo invitó a una reunión para hablar sobre temas de seguridad. Soto pidió permiso a la jefatura. “Es normal que muchas personas del ámbito del Gobierno pidan información al OIJ sobre temas de seguridad, supuse que era algo sobre ese tema”
Mientras que la segunda llamada fue para ofrecerle, formalmente, ser parte del equipo de gobierno.
El líder del MSP aceptó una entrevista de La Teja y contó sobre sus nuevas funciones, los proyectos con los que viene y los posibles cambios que se darían en el ministerio. Entre estos comentó que el Gobierno pretende crear un Consejo de Seguridad Social integrado por varios ministerios.
¿Alguna vez pensó en qué podría llegar a ser el director del OIJ o ser la cabeza de un ministerio?
Tengo que ser sincero, yo sí pretendía en algún momento llegar a la dirección del OIJ, llegué hasta la subdirección de forma interina, me siento complacido con mi vida profesional y seguiré adelante en lo que Dios tenga dispuesto para mí.
¿Pretende ser el puente de enlace entre el MSP y el OIJ?
Pretendo tener una cercanía con todos los cuerpos policiales del país, como Migración, con la Policía de Control Fiscal, con las municipales, con el Ministerio Público. Pretendo hacer unos consejos más operativos, una especie de órganos constructivos, para tratar de operatizar información y tomar decisiones importantes.
¿Uno de los principales problemas del país es el aumento de los homicidios, en cuatro años usted considera que habrá una baja?
Si otros países lo han logrado nosotros también lo podemos lograr. Yo tengo el ánimo, el entusiasmo, mi equipo de trabajo también esta entusiasmado con la idea y el Presidente también, coincide con los proyectos que él tiene. Haremos el más grande esfuerzo.
Las estrategias son amplias, desde el punto de vista policial vamos a trabajar fuerte y contundente, pero también vamos a buscar estrategias sociales, buscamos un concepto de trabajar como Estado con los colegas de otros ministerios y de otras instituciones para lograr esas fórmulas que han logrado otros países.
Por ejemplo, Guayaquil, en Ecuador, tenía índices altos de delincuencia, pero el Gobierno hizo un cambio social y se logró bajar estas incidencias porque las personas tenían oportunidades de empleo, de desarrollarse adecuadamente; esto mismo ocurrió en Bogotá, Medellín, en Colombia, y Nueva York, creo que lo mismo puede hacer Costa Rica
El MSP busca hacer abordajes en zonas urbano-marginales reprimidas con algunos proyectos de cambio.
¿Qué opinión tiene de los policías corruptos?
Es un tema que conozco de cerca porque me tocó investigar algunas circunstancias, vamos a ser fuertes y contundentes con ese tema, porque lamentablemente otros cuerpos policiales tienen sus manzanas podridas. Estamos trabajando en una estrategia para tratar de contrarestar el tema de la corrupción.
Lo cierto es que en el tema policial la idea es tratar de reconocer la labor del policía de calle, dándole las condiciones mínimas necesarias para que pueda desarrollar su función más adecuada.
¿Hará cambios en los puestos policiales?
Estamos haciendo un análisis de cada uno de esos puestos de confianza para determinar si alguno merece cambio o merecen cambiarse. Pero también tengo que reconocer que algunas personas han hecho muy bien su trabajo y se esfuerzan. En el momento oportuno mencionaremos los cambios, si es que habría que hacerlos.
¿Piensa llevar al Ministerio personas de su confianza en el OIJ?
Le voy a decir que por un tema salarial, lamentablemente, los salarios no son atractivos, entonces voy a trabajar principalmente con personas que están vinculadas al tema, que sean de confianza, los cuales los tengo que definir con el señor Presidente, es personal muy calificado, gente que particularmente conozco y con la que he trabajado.
¿Los viceministros serán sus manos derechas, piensa hacer cambios?
Espero que todos los viceministros sean mis manos derechas, yo al final soy el que da la cara, pero el desarrollo de las pautas y las estrategias las tenemos que hacer en conjunto.
¿Su esposa y familia lo apoyó en esta decisión, esta preparado para los problemas que enfrentará?
Aunque tuve poco tiempo para pensarlo, lo cierto es que lo conversamos mucho con la familia. Mi esposa me apoya al 100%, sabe que es una cuestión de país, de todos modos siempre he sacrificado a mi familia. Lo cierto es que tengo un apoyo y eso me motivó a enfrentarme a este reto y pidiéndole a Dios que nos ayude a todos.