María José Calvo Valverde, de 26 años, murió la noche del martes en un incendio en La Capri, en San Miguel de Desamparados. La tragedia ocurrió a las 6:12 p.m.
María José el lunes contó en su perfil de Facebook algo que vivió con su mamá, fallecida ocho años atrás.
Escribió: “Hoy fue uno de mis mejores días, hoy tuve una de las mejores conexiones y con la persona que más amo, mi madre, casi 9 añitos que te perdí. Hoy puedo decir que te sentí y sentí tantas cosas, me pasaron cosas tan curiosas. Gracias porque ya te necesitaba mucho y puedo decir que te sentí más que nunca, te amo y sé que nos volveremos a ver mi ‘Macha’ hermosa”.
Junto a esas palabras publicó una foto suya y contaba que la experiencia fue en un mirador.
Al conocerse la tragedia de que María José había muerto, muchos amigos escribieron en la publicación que las palabras del lunes fueron su despedida y que la mamá le estaba preparando el encuentro. También lamentaron el fallecimiento repentino.
Los vecinos quedaron impactados por la dura noticia del fallecimiento de la joven porque creían que ella no estaba en la casa cuando ocurrió el incendio ya que no vieron su carro frente a la casa ni oyeron gritos de auxilio.María José no tenía hermanos y vivía sola en la segunda planta de una construcción de madera; la primera planta la alquilaba, pero ahora estaba desocupada. Las llamas habrían comenzado en la parte trasera.
Héctor Cháves, director de Bomberos, explicó que la segunda planta solo tenía unas escaleras que daban al frente, no contaba con otra posible ruta de escape.
El cuerpo de María José lo encontraron los bomberos cuando ya habían controlado las llamas y hacían una segunda revisión para verificar que no quedara algo aún prendido. El cadáver estaba junto a su cama, en el piso.
Los vecinos desconocen a qué se dedicaba.
Un estallido
Algunas personas de La Capri dijeron haber oído una explosión que provenía de la casa de María José y afirmaron que en segundos vieron el fuego, que destruyó dos casas de dos pisos y dos segundas plantas de otras dos.
Elba Páez tenía 18 años de ser vecina de María José y es una de las afectadas: su casa quedó en ruinas.
Su hogar --integrado por cinco personas (tres hijos de 25, 23 y 15 años)-- su esposo y ella lo perdieron todo.
“A María José tengo años de conocerla y era como cualquier vecina, yo andaba en el trabajo y cuando vine ya estaba el incendio. En la casa solo estaban mi esposo y mi hijo, ellos dicen que solo escucharon un estruendo y las llamas comenzaron a meterse”, dijo Elba.
“La última vez que mi marido la vio fue el viernes, cuando estuvo lavando el carro, de ahí no sé porque yo trabajo y salgo muy temprano y llego muy tarde”, agregó la señora.
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Guerrera contra el cáncer afectada
Doña Trinidad Elizondo, quien vive con cuatro personas más, es otra de las afectadas por las llamas. La segunda planta de su casa fue destruida.
Ella estaba estudiando con su nieto, que está en la escuela, cuando se percataron del fuego.
“Lo único que acaté fue a sacar a mi nieto, fue un momento de desesperación”, explicó.
“Mis hijos y los amigos ayudaron a sacar algunas cosas, por un momento creí que iba a perder por completo mi casa, gracias a Dios el fuego no se la llevó toda, pero sí duele lo que pasó y que hay seguir adelante”, dijo la señora.
Doña Trinidad es sobreviviente de cáncer de seno y enfrenta un cáncer en el estómago. Solo le pide fuerzas a Dios para seguir adelante y agradece las muestras de solidaridad ante la pérdida de una vecina y de los bienes de varias familias.