La mañana de este viernes los tres perros del OIJ Tango, Fergus y Laska se despidieron de su trabajo en la Unidad Canina del OIJ y ahora se dedicarán a vivir con sus nuevas familias.
Los tres se pensionaron en una actividad en el Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores.
El jefe de la Unidad Canina, Alejandro Castillo, estaba feliz pero a la vez triste, porque durante mucho tiempo los tres peluditos oficiales fueron parte de una gran familia y dieron todo por luchar contra la delincuencia.
Tango tiene cinco años y era detector de droga, fue adoptado por una familia con un niño que tiene el Síndrome de Asperger (una especie de autismo).
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Doña Idannia Arteaga, nueva mamá de Tango, aseguró que ella estaba buscando un golden retriever, para que ayude a su hijo que tiene mucha energía, el médico les había dado la recomendación.
“Cuando vimos que estaba la oportunidad mandamos la carta y por dicha nos eligieron. Mi hijo está enamorado del perro y ha deseado que este día llegará pronto, para estar con Tango, nos sentimos felices”, dijo Idannia.
Otro los perras que colgó la placa, fue Laska de siete años, una labrador retriever, experta en detectar drogas. Ella se va a vivir con su guía Cristian Corrales.
“Fuimos muchos años compañeros, compartimos mucho amor y cariño y ahora me la voy a llevar para que sea mi compañía”, dijo Corrales.
Mientras que Fergus, experto en buscar armas y de nueve años, fue adoptado por la jueza Silvia Fernández y su familia.
“Tenemos tres gatas y un zaguatico, pero queríamos otro perrito y se dio la oportunidad, estamos enamorados de él” , dijo la funcionaria, quien vive con su esposo e hija.
Todos los perros fueron adoptados por empleados del Poder Judicial, esto con el fin de evitar que terminen siendo maltratados.
Los tres perros se fueron felices con sus nuevos papás, pues están acostumbrados a que les den mucho cariño cuando no están breteando