La fatalidad regresó a Nandayure, Guanacaste.
Una avioneta se estrelló este sábado en ese lugar, cerca de la pista de aterrizaje de Bejuco y murieron el piloto y un estudiante de aviación. Hace cuatro meses, el 31 de diciembre del 2017, otro accidente aéreo en este mismo lugar cobró la vida de otras 12 personas, incluyendo a los aviadores y a tres familias extranjeras.
Las víctimas mortales de este sábado fueron el instructor Esteban Mora Argüello, de 34 años y el alumno Alberto Arroyo Guillén, quienes iban en la aeronave TI-BIL de Aerobell Flight school.
Enio Cubillo, director de Aviación Civil, dijo que Mora contaba con más de 2.000 horas de vuelo y para ser instructor se requiere tener 300 horas.
Además señaló que la avioneta contaba con los papeles al día y estaba inscrita para dar clases con ella.
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Estudiante murió en el hospital
José Manuel Retana, de la Cruz Roja, infirmó que la alerta del accidente la recibieron a las 11:30 a.m.
El lugar donde cayó la avioneta es de difícil acceso, por lo que los socorristas y bomberos tardaron alrededor de una hora para llegar al sitio, que es montañoso.
El estudiante, Alberto Arroyo, tenía múltiples fracturas, pero seguía vivo, por lo que fue llevado en una ambulancia privada hasta el hospital de Nicoya.
Cuando la Cruz Roja llegó vieron que algunos vecinos habían sacado a los afectados. Ya Mora, el piloto, había fallecido.
Durante la tarde, las autoridades y los médicos coordinaban para llevar al estudiante hasta el hospital México en un vuelo ambulancia, pues permanecía muy grave, pero el mal tiempo complicó el traslado.
A las 4:09 p.m. de este sábado, el jefe de la Fuerza Pública de Guanacaste, Daniel Calderón, confirmó la muerte del estudiante en el centro médico de Nicoya.
Plan de vuelo
La avioneta y los pilotos contaban con la autorización del plan de vuelo. Enio Cubillo dijo que la aeronave salió a las 10:35 a. m. del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, con destino a Punta Islita, adonde llegaron a las 11:10 a.m.
"Al llegar, el piloto Esteban Mora se comunicó, vía telefónica, con la torre de control e indicó que regresarían a Pavas. La pista de aterrizaje de Corozalito no tiene torre de control, por lo que a los tres mil pies de altura los pilotos debían informar a la torre de control que ya habían despegado, pero al parecer el accidente ocurrió antes de que alcanzaran esa altura", dijo Cubillo.
El director indicó que al no existir una torre de control en esa pista de aterrizaje se desconoce cuáles eran las condiciones climáticas antes del accidente. Aviación Civil abrió una investigación para determinar las causas de esta fatalidad.
“No tenemos reporte (de despegue) porque se trata de un aeródromo no controlado. No existen torres de control, pero los pilotos se comunican constantemente con los colegas que están en la zona y reciben cuáles son las condiciones del tiempo”, explicó Cubillo.
Ricardo Brenes, despachador de Aerobell, confirmó que las víctimas pertenecían a la escuela aérea y confirmó los datos de Aviación, pero dijo no tener más datos sobre el accidente.