Un vivazo intentó llevarle un desayuno muy “especial” a un amigo suyo que está encerrado en la cárcel. Ojo: el bicho intentó meter a La Reforma hojuelas de cereal rellenas de marihuana.
Sin embargo, su plan se vino abajo cuando los oficiales de la Policía Penitenciaria detectaron que varias hojuelas iban más “gorditas” de la cuenta.
El hecho ocurrió la mañana de este jueves.
El hombre que intentó meter las hojuelas es de apellidos Agüero Solano, de 46 años y quien luego de ser detenido por los uniformados fue presentado ante el Ministerio Público para que se le abra una causa por el delito de introducción de droga a centro penal.
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, explicó que Agüero llegó hasta la cárcel con la intención de entregarle una bolsa llena de hojuelas de maíz a un amigo suyo, cuya identidad no se dio a conocer.
Como lo hacen a diario, los oficiales revisaron la encomienda y detectaron que algo no andaba bien con el cereal, además de que el vivazo se había puesto como bistec de a peseta... solo nervios.
“En este caso lo que hicieron fue tomar dos hojuelas y pegarlas para formar una más gruesa, luego metieron una pequeña bolsa plástica con marihuana para finalmente pegar por completo las hojuelas y mezclarlas con las demás”, detalló Bertozzi.
El director de la Policía Penitenciaria confirmó que luego de revisar todo el cereal determinaron que el bicho pretendía meter cerca de 10 gramos de marihuana a la cárcel.
Sin sorpresa
Descubrir una hojuela de cereal con mota en su interior dejaría a cualquiera con la boca abierta; sin embargo, para los oficiales penitenciarios esto no es nada nuevo.
“Esta no es la primera vez que nos encontramos con un caso así, constantemente ocurre con alimentos preparados o comprados. Las personas se la ingenian para meter droga y camuflarla dentro de productos como cereales y snacks, por mencionar algunos”, añadió.
A raíz de los múltiples casos es que los uniformados ya se saben todas las mañas de los bichos. Según Bertozzi ya han desarrollado habilidades y conocimientos para detectar e interceptar estos encargos con droga.
“Incluso recuerdo casos en donde abren la carne y le sacan una parte para introducir la droga, también una vez trajeron una costilla de cerdo con papas y lo que hicieron fue perforar el hueso de la costilla para meterle droga”, recordó el jefe policial.
Bertozzi también dijo que cuentan con la ayuda de la Unidad Canina por lo que en muchos casos es el olfato de los peluditos el que da aviso de que alguna comida o producto está contaminado.