Cuatro hombres identificados como Balmaceda García, de 54 años, Quiñones Abarca, de 44, Ampié Vilchez, de 24 y Díaz Flores, de 35, fueron detenidos la mañana de este martes como sospechosos de asaltar el casino El Dorado y de matar a Edgar Martín Castro Naranjo, de 52 años, guachi del lugar.
Los hechos por los que se les investiga ocurrieron la madrugada del viernes 5 de abril en el centro de San José.
Las detenciones las realizó la sección de Homicidios del OIJ por medio de varios allanamientos en San Antonio de Escazú, San Miguel de Desamparados y Cinco Esquinas de Tibás, en San José, así como otro más en la cárcel La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
David Corrales, jefe de la Sección de Homicidios, indicó que Díaz fue al que capturaron dentro de una de las celdas de La Reforma, ya que después del asalto del casino fue detenido por otra causa, de la cual no dio mayores detalles.
Corrales detalló que durante los allanamientos a las viviendas en Cinco Esquinas de Tibás y San Miguel de Desamparados decomisaron evidencia de importancia como teléfono celulares y dinero en efectivo, sin embargo, no especificaron el monto.
Además destacó que encontraron prendas de vestir que, en apariencia, habrían sido usadas por los maleantazos el día del atraco.
Todavía faltan
Todavía faltan por detener a otros tres delincuentes que también habrían participado en el millonario atraco y que actualmente están en fuga.
Estos tres sujetos se llaman Hefrin Ariel Fernández Sánchez, Juan Ramón Cisneros Shan y Roger Ernesto Miranda López.
Si usted ha visto a alguno de ellos o sabe dónde pueden ser ubicados, llame a la Policía Judicial al número de teléfono 800-8000-645 del Centro de Información Confidencial.
Millonada
Corrales explicó que los bichos lograron huir con un botín de más de ¢25 millones del casino, celulares y otras pertenencias de valor de los asustados clientes.
En cuanto al guachi de apellido Castro, Corrales explicó que como cuidaba varios negocios de la zona, apenas se dio cuenta de lo que estaba sucediendo intentó intervenir.
“Él lo que hacía era brindar un servicio de vigilancia externa, trabajaba con una bicicleta realizando rondas de seguridad y si detectaba algo sospechoso lo que debía hacer era comunicarse con las autoridades, sin embargo, ese momento se dieron los disparos”, añadió.
El OIJ confirmó que Castro intentó enfrentarse a los maleantes con un arma no letal, en apariencia una pistola de gas, y estos le respondieron con cuatro impactos en el pecho.