“Una luz por la justicia”, ese fue el lema bajo el que se realizó una vigilia virtual para pedir justicia por el homicidio de la anestesióloga María Luisa Cedeño y otras mujeres que perdieron la vida a manos de hombres.

La actividad, que también sirvió de homenaje para las víctimas, se realizó la tarde este sábado 19 de setiembre por medio de una transmisión en vivo en la página de Facebook del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, en la cual se encendió una vela que nunca podrá ser apagada.

“La actividad es un tributo, un homenaje a la doctora María Luisa Cedeño y a las mujeres que han sido brutalmente asesinadas.

"Se trata de una actividad de amor, de sensibilización, haciendo un llamado para hacerle un alto a los femicidios y a todo acto de violencia contra las mujeres”, dijo la doctora Carolina Umaña, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos y Cirujanos y coordinadora de la Oficina de la Mujer.

La doctora explicó que la vela que encendieron durante la vigilia representa la esperanza que mantienen de que la sociedad cambie, para así crear un país en el cual las mujeres puedan vivir libres y sin ningún temor de salir a las calles.

“Le pedimos al Gobierno acciones concretas para poder vivir como mujeres en un país y en una sociedad libre, con paz, equidad e igualdad, ese es nuestro principal objetivo”, añadió.

En la actividad participaron más de 200 personas, quienes aunque no pudieron estar presentes físicamente encendieron sus propias velitas por medio de emoticones e imágenes que publicaron en los comentarios de la transmisión para mostrar su apoyo y solidaridad con las familias de las víctimas.

Mensajes de apoyo

La vigilia virtual también contó con la participación de figuras costarrcenses muy reconocidas, como por ejemplo Laura Chinchilla, expresidenta de la República, quien envió un sentido mensaje a la familia de Cedeño.

“La doctora Cedeño fue cobarde y vilmente asesinada por su simple condición de ser mujer, le tocó a ella estar en el lugar de la tragedia, pero pudo ser cualquiera de nosotras. El femicidio contra la doctora nos recuerda que el 35% de las mujeres del mundo han sufrido algún tipo de violencia física o sexual.

“Para muchos las vidas de las mujeres no tiene valor y esto simplemente no puede seguir así. El abominable femicidio de la doctora Cedeño, que nunca debió ocurrir, debe convertirse en fuerza para que todos y todas sigamos luchando para erradicar los prejuicios que discriminan, maltratan y matan a nuestras mujeres”, dijo Chinchilla.

La doctora María Luisa Ávila, exministra de Salud, también envió un mensaje para las familias de todas las víctimas.

“Que esta vela no se apague hasta que no haya ni una sola mujer que este libre de ser víctima de violencia de género”, dijo Ávila.

Otras personalidades que enviaron mensajes pidiendo justicia para la doctora y las demás mujeres asesinadas fueron el escultor Jorge Jiménez Deredia, la chef Doris Goldgewicht, la diseñadora Amanda Moncada y el exportero de la selección nacional y del Deportivo Saprissa, Erick Lonis.

Una luz

Un momento muy especial se vivió cuando el cantautor costarricense Carlos Guzmán dio a conocer una canción que escribió para todas las mujeres cuya luz fue apagada por un acto de maldad.

“La luz de la vigilia esta encendida para exaltar y proteger la vida.

“La vida, arrancada, destruida por manos, despreciables, asesinas, justicia, exigimos la justicia con una vela encendida”, dice una estrofa de la canción.

Las personas que estuvieron presentes en el auditorio del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica tuvieron la oportunidad de encender su propia velita para colocarla en un altar que fue creado para María Luisa, el cual estaba repleto de flores blancas y con una foto suya enmarcada.

Cedeño fue asesinada el 20 de julio. Falleció por heridas de cuchillo y su cadáver tenía golpes y estaba envuelto en una cobija en la habitación 21 del hotel La Mansión, en Quepos.

Un nicaragüense de apellido Herrera, un informático apellidado Miranda y un empresario hotelero de apellido Bodaan son, de momento, los sospechosos del crimen.