Un ciclista se salió de control después de que el chofer de un bus de Lumaca, aparentemente, casi lo atropella.
El deportista arrancó una de las escobillas del bus, la majó y la usó para golpear el parabrisas hasta quebrarlo. Además despedazó el vidrio de la puerta y los espejos del chunchón.
La situación ocurrió la tarde de este martes, sin embargo, los videos en las redes sociales empezaron a circular este miércoles 19 de agosto.
El hecho se dio frente al centro comercial Plaza del Sol, en Curridabat.
“Solo lo salvó que no venía un carro, es culpa del bus, casi hay una tragedia, pero tampoco tenía el muchacho que reaccionar así”, dijo uno de los testigos que esperaba bus en la parada.
El conductor mantuvo la puerta cerrada y se quedó en su asiento.
Según trascendió, adentro de la unidad los pasajeros le decían al conductor que no le dijera nada al ciclista y que ni se le ocurriera abrir la puerta.
Algunos testigos le recomendaron al ciclista que se detuviera, pero no hizo caso.
“Papito ya, papito no, no haga más daño, no”, le gritaba una adulta mayor.
Incluso uno de los guardas del centro comercial salió a ver qué pasaba, pero como el deportista estaba tan violento, prefirió no intervenir.
Cuando las autoridades llegaron al sitio ya el ciclista se había ido y fue imposible que las patrullas lo localizaran en los alrededores.
La Teja envió a la corresponsal Kenya Calderón, este miércoles, a las oficinas de Lumaca, sin embargo, la empresa autobusera le dijo que no se va a referir al tema, de momento.
También solicitamos hablar con el conductor del bus, pero la empresa tampoco permitió que hablara.
Otros conductores de bus de la empresa aseguraron que los daños son millonarios.
Crisis
Le pedimos a la sicóloga María Esther Flores que analizara lo ocurrido y ella explicó que probablemente el muchacho de la bicicleta tuvo una crisis inesperada.
“Tu cuerpo y tus mecanismos de defensa no saben qué hacer, hay una subida de adrenalina cuando especialmente casi te matan, desde un maleante que te sacó una arma o hasta un carro, avión o tren que te amenace, esa subida de adrenalina es tan grande que se nublan las razones, la lógica, los mecanismo de defensa se paraliza”, explicó la especialista.
Flores añadió que en este tipo de circunstancias, es probable que la persona entrara en un estado de shock y por ende, actúa por instinto.
“Es un instinto muy básico, prehistórico, de destruir inmediatamente lo que casi te mata, la persona no está en sus cabales, alguien en un estado normal no hace algo así”, dijo la experta.
De momento se desconoce si la empresa interpuso alguna denuncia.
*Colaboró en la información la corresponsal Keyna Calderón.