Los agentes del OIJ recibieron la tarde de este jueves 3 de setiembre una información confidencial de que el cuerpo de la joven Allison Bonilla podría estar en un botadero clandestino.
Así lo confirmó la oficina de prensa de esa institución.
Los investigadores realizaron la búsqueda en un botadero, que está en un guindo que tiene una profundidad de 400 metros, en San Jerónimo de Cachí, a unos cuatro kilómetros de la represa.
Los agentes bajaron con cuerdas y, además, había perros especializados en búsquedas. Incluso, al caer la noche decidieron usar lámparas para no suspender la búsqueda.
En una versión extraoficial, se dijo que el sospechoso de apellidos Sánchez, quien fue detenido el miércoles en la noche, habría colaborado con las autoridades, pero esa eso no ha sido confirmado. Al parecer, pasadas las 10 de la mañana, el sujeto habría sido llevado a esa zona.
Sangre en cajuela
El director del OIJ, Wálter Espinoza, confirmó la mañana de este jueves que el carro del sospechoso detenido tenía rastros de sangre de Allison en la cajuela. Eso lo determinaron las pruebas que se hicieron con muestras de sus familiares.
La captura del hombre, de apellidos Sánchez Ureña, de 28 años y conocido como Sukia, ocurrió la noche del miércoles, a 200 metros de la escuela de Ujarrás, cuando se encontraba afuera de la casa de un familiar.
Espinoza aseguró que desde el 25 de marzo, cuando se puso la denuncia en el OIJ de Cartago por la desaparición de Allison, ellos empezaron a investigar qué había pasado con la joven.
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Aseguró que fueron muy importantes varios hallazgos, como los anteojos medicados de Allison, porque les permitió ubicar el lugar donde se pudo dar el secuestro.
“Realizamos una inspección muy profunda a los sitios aledaños donde se ubicaron los lentes y nos permitió encontrar un rastro de sangre de unos 140 metros que nos llevó hasta una finca que estaba localizada a la vereda del camino por donde transitaba la joven. De acuerdo con las pericias, esa sangre era humana y tiene coincidencias de ADN con la familia y la joven Bonilla Vásquez. Ese se estableció como el sitio de trabajo”, dijo el jefe policial.
Espinoza comentó que hicieron muchas entrevistas y diligencias, además recordó que allanaron la casa del sospechoso a finales de marzo.
“Él es dueño de un vehículo incautado y eso fue muy importante para la investigación, logramos ubicar sangre en el automotor que también era compatible con la joven Allison Bonilla Vásquez, ya teníamos prueba científica y técnica para seguir con la investigación”, explicó.
El director del OIJ asegura que mantienen todas las diligencias para poder concluir el caso.
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“No hemos podido ubicar su paradero, la hipótesis de trabajo se identifica como un homicidio y vamos a mantener actividades que para nuestra perspectiva es localizar el cuerpo, queremos señalar que hemos estado cercanos con la familia, tratando de ser soporte y apoyo”, dijo.
Durante las últimas semanas, agentes del OIJ mantenían vigilado a Sánchez y estaban muy pendientes de él para ver si salía a algún sitio que permitiera localizar a Allison, pero no lo hizo y finalmente la noche del miércoles decidieron detenerlo.
*Colaboró con está información el corresponsal Fernando Gutiérrez