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En el último día del juicio en su contra, Jorge Calderón, alias Chucky, dijo sentirse arrepentido por haber asesinado al universitario Luis Carlos Calderón Madrigal, de 19 años.
“Quiero pedir disculpas a la mamá y a la familia de él, todos cometemos errores. Si pudiera devolver el tiempo lo haría, pero no se puede”, expresó el acusado este viernes, minutos antes de que el Tribunal le impusiera una pena de 55 años de cárcel, que según la ley se reduce a 50 años, que es la pena máxima en Costa Rica.
El juicio contra Calderón duró tres días y fue dirigido por los jueces Aisen Herrera López, William Serrano Babi y Freddy Arias Robles.
Serrano fue el encargado de explicar los argumentos que respaldan la sentencia.
El juez aseguró que la fiscala Laura Hernández logró demostrar la culpabilidad de Chucky en la muerte de Luis Carlos, a quien asesinó de dos puñaladas en un intento de robarle el celular.
El ataque contra el joven ocurrió el 9 de marzo del 2017 en la parada de buses de San Rafael Abajo de Desamparados, en San José.
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La víctima venía de la universidad y se dirigía hacia su casa cuando fue asesinado.
Dos ataques en pocos días
Cuatro días antes, el asesino había asaltado a Rafael Ángel Quesada para robarle el celular.
En ese ataque, el sentenciado apuñaló dos veces a Quesada, quien logró sobrevivir; sin embargo, actualmente tiene secuelas del traumático hecho que sufrió hace ya un año.
El homicida ya sabe muy bien lo que es estar en la cárcel, ya que descontó una pena por tres robos. Tenía tan solo un mes de haber salido de prisión cuando atacó a los dos hombres.
El juez Serrano le dijo a Chuky que esperan que con esta fuerte condena aprenda de una vez por todas a comportarse como miembro de la sociedad.
El abogado Rodrigo Araya, quien representó a la familia del muchacho fallecido, solicitó una acción civil resarcitoria de ¢150 millones, pero el Tribunal decidió que Chucky solo pagara ¢50 millones por daño moral.
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Pese a que la condena que recibió Calderón no le devuelve la vida a Luis Carlos, Marlen Calderón, hermana mayor del joven asesinado, dijo que les da un poco de tranquilidad.
“Le estamos dando a la sociedad algo que nosotros no tuvimos, la tranquilidad de saber que ese hombre no le va a hacer daño a más familias, que ya no habrá más madres sufriendo como la mía por culpa de él”, aseguró la joven.
