Los sospechosos de las muertes de José Alberto Fallas Monge, alias Gato, de 25 años; José Espinoza Fallas, de 26, conocido como Pipi y Víctor Corrales Badilla, de 29, comenzaron a caer en manos de las autoridades.
Las detenciones más recientes son las de dos hombres de apellidos Mora Solano, de 32 y Abarca Romero, de 36, a quienes detuvieron durante los allanamientos a sus casas en Salitrillos y en el precario 1° de Mayo, ambas en Aserrí.
Además, en estos asesinatos habrían participado otros dos hombres de apellidos Chavarría Picado, de 28 y Álvarez Rojas, de 31 años. A ellos ya los habían detenido debido a otros delitos.
En la investigación, las autoridades determinaron que los sospechosos habrían citado a sus víctimas a las 3 de la madrugada del sábado 16 de febrero del 2019, en el caserío 1° de Mayo y cuando llegaron les dispararon en múltiples ocasiones. El ataque mortal ocurrió en una calle sin salida.
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El día del ataque las autoridades dijeron que los hombres asesinados contaban con un amplio currículum judicial, por homicidio, portación ilegal de arma, agresión, conducción temeraria y robo agravado. Además a “Gato” lo investigaban por venta de drogas.
Las autoridades afirman que el móvil de los crímenes sería por disputas de territorio para la venta de droga. Según David Corrales, jefe de la sección de Homicidios del OIJ, los sospechosos eran personas cercanas a “Gato”, a quien señalaban como un narco de la localidad. Las autoridades recurrieron a videos para dar con los sospechosos.