En dos meses se cumplirán tres años del asesinato de Rosberly Córdoba Murillo, quien era administradora de la farmacia La Bomba en Guayabos de Curridabat.
Los sospechosos de quitarle la vida el 17 de diciembre del 2014 están encerrados, pero no han sido juzgados. Pero eso cambiará porque el juzgado Penal del II Circuito Judicial de San José acogió la solicitud de la Fiscalía y ordenó la realización del juicio en contra los cuatro sospechosos, de apellidos Araya, Mesén, Mora y Umaña. La fecha no ha sido fijada aún.
Los dos últimos hombres tienen antecedentes por violencia doméstica, uso de documentos falsos y tenencia de drogas. Fueron detenidos en julio del 2015.
En aquel momento Rosberly tenía un bebé de tres años que durante mucho tiempo pidió a gritos que quería ver a su mamita. Doña María Eugenia Murillo, mamá de Rosberly, tuvo que agarrar fuerzas y contarle la verdad al chiquito.
"Un día, no hace mucho, le dije; 'no, papito, su mamita ya no regresará más'. Él me preguntaba por qué y le dije que se había ido para el cielo y que las personas que van al cielo no regresan más", recordó doña María.
Desde ese momento el niño, ahora de seis años y a punto de salir del kínder, pasa tirándole besos a una fotografía de Rosberly que la familia tiene en la sala de la casa.
"Antes solo le tiraba besos a escondidas, yo le dije que no tuviera vergüenza y que lo hiciera cuando quisiera. Luego me preguntó: ¿verdad que mamita era bien linda?. Le recordé lo hermosa y valiente mujer que fue", expresó esta valiente madre, quien desea que la justicia llegue pronto.
Abuelita casi muere
Hace un año a doña María no le daban esperanzas de vida. Por estar agobiada por lo que le pasó a su hija enfermó.
"Estuve muy mal de salud, me entró una bacteria en la sangre y en la orina. Los doctores decían que las esperanzas eran muy pocas, hace un año me tuvieron que operar y fue necesario también que me sacaran el útero. Gracias a Dios aquí voy como la tortuga, poco a poco", dijo la señora.
Asegura doña María que ella debe ser fuerte por sus otros hijos y por sus nietos, quienes son los que le terminan dando la fuerza para salir adelante día con día.
"Yo a veces veo a mi nieto, todo lo que hace, lo que dice, creo que si mi hija estuviera lo estaría disfrutando montones. Pero unas personas sin escrúpulos ni valores provocaron que esto fuera así", expresó.
Cada 17 de diciembre, la fecha en la que murió Rosberly, en la familia le dedican una misa y un rosario. "Son días muy tristes, no quisiera que llegaran, no hay navidades felices, pero al hijo de ella y a mi otra nieta les celebramos los regalos de papito Dios y siempre tratamos de poner el árbol de Navidad y el portalito", contó doña María.
De acuerdo con las autoridades, aquel 17 de diciembre del 2014, los cuatro hombres llegaron hasta la farmacia. Se cubrían los rostros con los cascos de la moto y exigían el dinero de la caja registradora, uno de ellos le disparó a Rosberly en la cabeza.
La joven madre murió en el hospital Calderón Guardia.