Una vida corta fue la que tuvo Juan Ignacio Moya Abarca, quien fue atacado de muerte por unos despiadados frente a su familia.
Nacho, como le llamaban en Birrisito de Paraíso de Cartago, tenía 21 años y trabajaba como peón agrícola, además, hacía entregas exprés de la soda de su tía Digney Abarca, a quien veía como una mamá.
El joven fue asesinado de múltiples balazos frente a la casa de su tía Digney, ella vio el ataque y en medio de la impotencia intentó ayudar a su sobrino, a quien veía como el hijo mayor.
“Vi una moto y sentí una vibra fea, solo gritaba para que mi familia entrara, se tirara al suelo, pensé que Nachito se había metido, pero no, él estaba en el suelo, pedí ayuda y la ambulancia duró una hora en llegar, cuando lo monté en la ambulancia él estaba consciente.
“Él me decía: ‘tía estoy bien’, le dije: ‘papi, yo te espero como la primera vez, me respondió: ‘te amo, tía’, le di la bendición y un beso, esa fue mi despedida”, expresó la tía.
Este ataque ocurrió la noche del jueves 4 de abril, en Birrisito de Paraíso; el joven murió antes de las 2 a.m. del viernes 5 de abril en el hospital Max Peralta de Cartago.
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Vida difícil
Cuando Nacho tenía 13 años, en el 2016, perdió a su mamá por culpa de un cáncer, él junto a sus hermanos fueron ayudados por otros familiares.
Digney afirma que su sobrino se refugió en hacerse varios tatuajes, los encontró como una salida a ese dolor por la ausencia de la mamá; con los años estos tatuajes lo avergozaban porque la gente lo señalaba de malo; sin embargo, la familia afirma que él tenía un gran corazón y no andaba en malos pasos.
“Siempre le dije que si tenía dinero le quitaba esos tatuajes, porque él se sentía acomplejado, después de la muerte de la mamá tuvo un desorden total, quiso agarrar el mundo con sus manos para desahogarse”, manifestó la tía.
Sostuvo que su sobrino algunas veces tomaba licor y siempre trataban de frenarlo porque le daba por pelear; no obstante nunca se enteraron que tuviera otros vicios como marihuana o otras drogas, tampoco tienen conocimiento de problemas o amenazas que haya recibido.
Mencionó que hace un año sufrió un atentado cuando vivía solo en Pacayas de Alvarado, también en Cartago, afirma que esa vez se debió a un problema que tuvo con un hombre; pero por esta agresión no saben cuál fue el motivo para que lo mataran.
La tía menciona que nunca vio que lo llegara a buscar gente extraña, iba a trabajar y soñaba con tener una barbería.
En la comunidad y en redes sociales muchas personas expresaron el gran cariño que le tenían a Nacho, quien además lo buscaban para que lavara carros.
“Él tenía un corazón gigante, a veces me decía que le regalara una hamburguesa y era para dársela a alguien más, él tenía buenos sentimientos, también había salvado hacía poco a un niño en un atropello al quitarlo de la calle, él siempre pensaba en los demás”, manifestó la tía.
Las autoridades informaron que una vecina del joven, cuya identidad no se dio a conocer, resultó herida en el ataque y fue llevada al mismo centro médico, la herida fue leve en uno de sus tobillos.
De momento, las autoridades no han establecido un móvil para el homicidio de Moya, pero por la forma en la que se dieron los hechos no descartan que todo esté relacionado con un posible ajuste de cuentas, pero no han determinado la razón del problema.