Stephannia Arias Solís, de 21 años, sería una víctima inocente de la violencia que se vive en Costa Rica.
A ella le quitaron la vida cuando estaba junto a su novio Roberto Ruiz Navarro, de 48 años, con quien apenas tenía, aproximadamente, dos meses de noviazgo.
Marjorie Solís, mamá de la muchacha, le dijo a La Teja que nunca conoció personalmente a Roberto, el único acercamiento que tuvo con él fue por medio de una videollamada que le hizo a su hija y allí lo vio.
“Un día la llamé por videollamada y fue cuando me di cuenta, realmente no sabía y después me llevé, como quien dice, la noticia, nunca lo conocí personalmente”, afirmó esta madre.
Stephannia tenía, apenas, dos meses de haberse ido de la casa de su familia.
“Ella se fue porque quería independizarse y le ofrecieron una casa de alquiler, se sentía muy contenta y se había ido, estaba viviendo sola, después me imagino que comenzaron a andar”, manifestó.
La mamá afirma que su hija era una persona buena, con ideales de superación y quien soñaba con ser arquitecta.
“Siempre la aconsejé y le dije: ‘Stephannia, siempre cuídese, vea que hay gente que no es buena, le dicen cosas a uno y lo enredan, lo van metiendo ahí poquito a poco’ y solo me decía: ‘mamita, no se preocupe, yo voy a estar bien, nada malo me va a pasar’ y mirá lo que pasó”, dijo la señora, quien asegura que quisiera que solo se tratara de una pesadilla.
Ella desconoce cómo su hija y Roberto se conocieron.
La joven estaba estudiando, le faltaba poco para terminar sus estudios del colegio y siempre le gustó trabajar, el último trabajo que tuvo fue en una tienda en un centro comercial en Escazú, sin embargo, hacía poco el comercio lo cerraron y a ella la despidieron.
“Trabajaba en una tienda en Multi, pero la quitaron y se quedó sin trabajito”.
La pareja fue asesinada la tarde del sábado 4 de mayo de este año, 150 metros sur del Maxi Pali de Alajuelita, San José. Dos sujetos en una motocicleta se acercaron al carro conducido por Ruiz y le dispararon en múltiples ocasiones, luego se dieron a la fuga. Tras el ataque, el carro se estrelló contra la entrada de un local que estaba cerrado.
La mamá de la muchacha se enteró por medio de una llamada que le hicieron.
“Andaba trabajando y me mandaron una foto de lo que le había pasado”, manifestó doña Marjorie.
Dos pérdidas en un mes
La última vez que madre e hija compartieron fue el 13 de abril, cuando don Alberto Solís León, papá de Marjorie y abuelito de Stephannia, falleció y la joven se reunió con la familia.
“Compartimos hace veintidós días para el funeral de mi papá. El día que la mataron a ella, mi papá tenía 22 días de muerto, a ella la vi en la vela y en la misa, en cuestión de un mes he perdido a dos personas, qué increíble, que finita es la vida”, expresó doña Marjorie.
La señora le pide a la juventud escuchar a sus padres.
“La gente critica a la juventud por los errores que cometen, como ahorita lo que pasó con mi hija, pero la juventud no tiene la culpa, ellos son víctimas, los que tienen la culpa son los mayores que meten a los jóvenes en esas cosas o tal vez no les dicen en lo que andan y terminan muriendo inocentemente”, reclamó.
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Doña Marjorie solo quieren que su hija sea recordada como un gran ser humano, que vivió con la inocencia de creer que nunca le harían daño.
A Stephannia le encantaban las motos, este martes 7 de mayo la despidieron con una caravana de motos en Escazú, de donde era vecina.
Stephannia es parte de las 19 mujeres que han matado en estos cinco meses del 2024 en suelo costarricense.