En medio del dolor, una gran bendición llegó para la familia del músico costarricense Eduardo Vargas, integrante de la banda Los Vargas Brothers.
La alegría llegó a calmar un poco el dolor que les causaron las balas que acabaron con la vida de los hermanos Gersan Nicola Vargas Rodríguez, de 22 años, y Pavel Jordany Vargas Rodríguez, de 25.
Horas después del funeral, los parientes se enteraron que Gersan Nicola se convertiría en papá. Así lo detalló Sherry Gabriela, hermana de los fallecidos.
“Mi hermano, el menor de 22 años, dejó a la muchacha embarazada y eso a mi mamá la tiene muy reconfortada; igualmente, el mayor nos dejó una bebita. Eso nos hace sentir aliviados al saber que ellos no están, pero no nos dejaron solos del todo.
“La muchacha tiene siete semanas de embarazo, y nos dimos cuenta el lunes después del funeral, porque en la tardecita fuimos a un laboratorio en San José”, manifestó la hermana.
La muchacha estuvo en el momento del ataque contra los hermanos, y ella resultó quemada por una de las balas en la cara, pero se encuentra fuera de peligro.
La familia afirma que, pese a todo el dolor, están tranquilos, pues señalan que Gersan y Pavel Jordany eran personas que no le hacían daño a los demás.
“Mi mamá sabe cómo eran sus hijos y ella está tranquila, la gente habla y señala que mis hermanos estaban en drogas o relacionados con otros homicidios, pero no es así; mis hermanos eran trabajadores, trabajaban como gondoleros (encargados de acomodar mercadería), ellos no tenían ninguna necesidad de andar en malos pasos, eso sí tenían su carácter”, manifestó la hermana.
La familia ya tiene las cenizas de sus seres queridos y las almacenarán durante un tiempo.
Un brazo protegió a mamá de hermanos asesinados
Ana Luisa Rodríguez, mamá de los dos hermanos asesinados, permanece internada y los médicos le tratan de salvar los últimos dos dedos de la mano izquierda en donde resultó herida de bala.
Ella sobrevivió al atentado en el que le arrebataron a sus hijos, en el bar La Cima, en San Josecito de Alajuelita.
Sherry Gabriela afirma que su hermano menor, Gersan, era muy apegado a la mamá y siempre la llevaba a todas partes. Ella se salvó de morir al percatarse que le iban a disparar, por lo que puso la mano izquierda delante.
“Ella intentó defender a sus hijos con un banco, el muchacho (pistolero) al ver que ya le estaban pegando, pues él le dispara, y entonces ella al ver que agarra el arma y la apunta puso el brazo y eso fue lo que le salvó la vida”, manifestó la hija mayor y hermana de los fallecidos.
Debido al impacto, la bala le destruyó tejidos, lo que tiene corriendo a los médicos.
“Ella debe recibir terapias, muchas personas dicen que cómo una persona va a meter una mano en un disparo tan rápido, pero gracias a Dios ella así lo hizo con su mano izquierda. Sé que siente dolor, pero lo que más le duele es su corazón al perder a sus otros dos hijos”, manifestó la joven.
Sherry ve a su mamá como una mujer muy valiente, porque aun herida pudo ir al funeral de sus hijos para despedirlos por última vez.
“Ella es muy carga, aguantar dolor, el día de la vela soportó frío y también estuvo en la misa para despedir a sus hijos. Luego de eso los despidió para siempre, porque la debíamos traer nuevamente al hospital.
“Los doctores esperan encontrar los tendones del dedo pequeño y del otro, o saber si con el impacto se perdieron. Ella aún tiene la mano muy inflamada, por dicha no perdió el movimiento y el tacto de esta”, expresó la hermana.
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Las autoridades aún no tienen a ningún sospechoso detenido por este ataque, que ocurrió la madrugada del domingo 7 de julio anterior. Tampoco las causas han sido determinadas.
De acuerdo con la versión preliminar, el atacante iba en contra de Pavel Jordany, pero su hermano Gersan, al ver esta situación, intentó defenderlo y fue ahí donde lo hirieron de muerte.
Costa Rica contabilizó 461 homicidios en todo el país hasta este viernes 12 de julio; solo en San José han ocurrido 120 muertes violentas.