EscucharLa mañana de este lunes quedará grabada para siempre en la mente de quienes tienen alguna relación con el centro educativo Mount View.
Ya sea padres de familia, estudiantes, personal administrativo o profesores recordarán hasta el último de sus días el horror que se vivió en las afueras de las instalaciones, en Guachipelín de San Rafael de Escazú.
Dos "terroristas" planificaron con guantes de seda un atentado en el que asesinaron al libanés Elías Akl, de 44 años; a uno de sus guardaespaldas el tico Ángel Amado Blanco Hidalgo, de 23 años, oriundo de Limón y que vivía como un rey en Escazú, en el que hirieron a un chiquito, de seis años, y al que sobrevivió la hijita de Elías, una pequeña de seis años que asiste al Mount View.
Estos salvajes fingieron ser deportistas y que se entrenaban en las afueras de la escuela.
Al observar que se acercaba la camioneta Lexus del libanés agarraron porte, alistaron las armas y al tenerla a corta distancia comenzaron a repartir plomazos como si estuvieran en Siria.
La acción se dio a las 7 a. m.
El extranjero estaba de manera ilegal en el país desde febrero del 2011 y no tenía antecedentes en el país, pero si a nivel internacional. Por su parte Blanco si contaba con antecedentes judiciales.
De acuerdo con la versión policial dos sujetos vestidos de atletas llegaron desde muy temprano a un parqueo que esta en frente del colegio, ambos comenzaron a calentar por unos minutos y nadie tuvo sospechas de ellos.
Mientras los hombres "estiraban" las piernas y brazos vigilaban que llegaran los carros en los que viajaban las víctimas.
El primero en llegar fue un Toyota Lexus blanco manejado por el libanés y quien llevaba a su hija de seis años hasta la escuela Mount View donde estudia.
Justo detrás de este carro iba un Honda Pilot negro que los custodiaba, este era manejado por Ángel Blanco y un segundo hombre de apellido Mora.
En cuestión de segundos los falsos deportistas comenzaron a disparar contra los dos vehículos hiriendo de muerte a los chóferes.
Una vez herido el extranjero perdió el control del volante, lamentablemente una de esas balas que le mandaron fue la que hirió al pequeño quien cayó abatido cerca de la entrada de la institución y fue atropellado por el carro que llevaba el libanés.
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Este automotor terminó chocando contra un muro dentro del colegio y alzó en llamas.
La hija del libanés estaba dentro del carro y fue el personal del colegio quienes se arriesgaron y auxiliaron a la menor.
Una pared del colegio comenzó a arder por lo que salía humo por todo lado. Todas las personas que estaban allí entraron en desesperación, los paás, maestros y niños corrían de un lado a otro.
En medio de la zozobra que se tenían les dio tiempo de pedir ayuda al 911, la primera alerta era de un incendio dentro de la institución.
El custodio Ángel Blanco quedó sin vida en el asiento, por lo que su compañero de apellido Mora lo agarró y lo pasó al asiento del acompañante para el continuar manejando y huir.
Mora apretó el gas y logró llegar hasta la delegación de Pozos de Santa Ana donde pidió ayuda y se refugió. Cuando las autoridades revisaron el carro vieron que en el asiento del acompañante estaban los restos de Blanco.
Este carro fue custodiado dentro de la delegación y luego quedó en manos del OIJ.
Escapan en moto
Mientras todo ese movimiento ocurrió, los pistoleros fueron recogidos por dos motociclistas que estaban muy cerca y quienes también vigilaban los hechos, los cuatro hombres salieron chillando las llantas y hasta ahora no han sido detenidos.
Durante esta situación había mucha presa en el lugar según contaron los lugareños, primero por los padres que dejaban a sus hijos en la institución y además es una ruta muy transitada pues conecta Guachipelín y Pozos de Santa Ana.
Los bomberos, Cruz Roja y Fuerza Pública llegaron al colegio y se encontraron un caos, todos los padres estaban recogiendo a sus hijos, todos estaban muy asustados.
Una ambulancia de emergencias médicas recogió al niño herido y lo llevó de emergencia al Hospital de Niños.
Las calles fueron cerradas y las clases en esta institución se suspendieron por dos días.
28 casquillos
El OIJ encontró alrededor de la calle 28 casquillos de armas 9 milímetros. Además otros vehículos de profesores, padres y conductores que pasaban por el lugar resultaron impactados.
Los dos carros en los que murieron los hombres quedaron custodiados, fueron sellados y llevados hasta el Complejo de Ciencias Forenses donde serán revisados. Espinoza explicó que esta situación se realiza de esta manera para no alterar evidencias que para la investigación es muy importante.
Los cuerpos fueron levantados pasado el medio día y las autoridades custodiaron las propiedades que le pertenecían al libanes.
El OIJ dijo que las causas de la agresión no están claras por lo que sigue investigando para dar con los responsables. No descartan que se trate de un pleito por territorios de drogas.
