El destino hizo que el triatleta Guillermo Mora se convirtiera en un ángel para un hombre que estaba a punto de darse por vencido y morir ahogado tras haber sido arrastrado mar adentro por una corriente.
Pese a que estaba cansado porque acaba de terminar de entrenar, Mora no lo pensó dos veces para meterse al agua y rescatar a ese hombre, a quien estuvo acompañando por más de una hora dentro del mar.
“Él y la esposa tienen cuatro hijos, todos estaban sumamente agradecidos conmigo y me dijeron que yo era un ángel para ellos. Gracias Dios yo estaba en ese momento ahí y tenía los conocimientos para ayudarlo”, contó el atleta.
Los hechos ocurrieron minutos después de las 5:30 de la tarde de este domingo 16 de enero, en playa Linda de Dominical, en Puntarenas, lugar al que Mora y un grupo de amigos llegaron luego haber entrenado.
“Llegamos ahí después de entrenar para ver el atardecer, nos dimos cuenta de que había olas bastante grandes y pese a eso había gente metida muy adentro, lo que nos pareció peligroso”, recordó.
Esposa desesperada
Mientras el sol desaparecía en el horizonte, Guillermo se dio cuenta de que en la playa había una mujer desesperada por encontrar a su esposo, pues este se metió al mar y no había regresado.
“Luego nos dimos cuenta de que estaba como después de donde se formaban las olas, por lo que decidí ayudarlo”.
Mora contó que, además de ser triatleta, es instructor de natación y también ha llevado algunos cursos de emergencias acuáticas, todo esto le permitió hacer un plan de rescate.
“Lamentablemente no había ningún objeto como para auxiliar al muchacho, luego vi que había una niña que tenía una de esas tablas tipo boggie (más pequeñas que las de surf), entonces se la pedí y con esta procedí a pasar las olas”, contó.
Pensó en rendirse
Guillermo contó que pese al fuerte oleaje, en cuestión de pocos minutos llegó hasta donde estaba el hombre, que al parecer se llama Fabián.
“Le dije que tenía que agarrar la tabla, empecé a hablar con él para que estuviera tranquilo, le pregunté sobre los hijos, en qué trabajaba, le hablé de cualquier cosa para que no pensara en la situación.
“Incluso, recuerdo que él me dijo que ya se iba a rendir, porque tenía como quince minutos de estar luchando dentro del agua”.
Mora contó que las olas eran tan grandes que no se sintió en la capacidad de sacar a Fabián en ese momento, por lo que decidió esperar a que bajara la marea, por lo que tuvieron que quedarse en ese punto, a 75 metros de la orilla, por más de una hora.
“Cuando vi que la marea había bajado y que ya desde la orilla no nos podían ver por la oscuridad, le dije al muchacho que nos teníamos que acercar un poco más a las olas y le dije que tenía que patalear bastante, así fue como llegamos a la orilla”, recordó.
La sensación de ver al hombre reunido con su familia fue el mejor premio para Mora, sintió como si hubiera ganado una competencia muy importante.
Guillermo tiene cinco años de entrenar en esta disciplina y en los años 2019 y 2020 fue campeón nacional de la categoría 18-23 en distancia olímpica.
Él y su novia tiene una academia de natación en Pérez Zeledón y es entrenador de un equipo que se llama Transition Zone PZ.