Las mujeres asesinadas en Carrandí de Matina, en Limón, son una madre y sus dos hijas.
El violento hecho ocurrió cerca de las 8:30 de la mañana de este domingo 14 de febrero en la urbanización La Flor, en zona conocida como Gallo Manso.
Las víctimas fueron identificadas como Mayra Raquel Pérez Mena, de 40 años, nicaragüense con residencia, y sus hijas Joselyn Solórzano Pérez, de 24 años, y Michelle Daniela Montes Pérez, de 14 años. La joven iba a cumplir los 15 el 19 de este mes.
Todas fueron atacadas a balazos. A Mayra la hirieron en la cara, en el estómago y en el brazo y la axila izquierdos. Joselyn fue herida en la cara, el cuello, el abdomen, las costillas y el brazo izquierdos; la adolescente fue herida en la espalda, la pierna derecha y el pecho.
Según la versión de testigos, las tres mujeres estaban dentro de la casa cuando llegaron dos hombres en una moto negra. Los tipos entraron y atacaron a Mayra y a Joselyn, que estaban en el sillón y allí habrían quedado sin vida.
La adolescente se encontraba en la parte trasera de la casa, desde donde se percató de lo que ocurría e intentó huir, pero uno de los atacantes la siguió y le disparó. Falleció fuera de la casa, pero dentro de la propiedad.
Quienes supieron la noticia de inmediato alertaron a las autoridades. La casa fue custodiada por oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) y Linces e investigadores del OIJ.
Al parecer, los atacantes huyeron por una zona montañosa.
Un hombre identificado solo como Elmer y que dijo ser primo del compañero sentimental de Mayra Raquel sostuvo que a ellas no les conocían problemas.
El OIJ decomisó casquillos que serán analizados.
Ilusionada con los 15 años
Estela Solórzano, tía de las fallecidas, contó que la adolescente estaba ilusionada por la cercanía de sus 15 años.
Incluso mandaron hacer unas invitaciones en las que decía que sería un maravilloso día y quería bailar para festejar. Invitó a las personas más cercanas a su casa para el sábado 20 de febrero.
Agregó Estela que Michelle Daniela era una adolescente llena de metas.
Marta Jiménez, amiga de las víctimas, las recordó como personas muy buenas.
“Me duele lo que pasó, espero que Diosito las tenga en el cielo. Mayra era muy trabajadora, muy pulseadora”, manifestó.
Agregó que Mayra vendía comida para empleados de bananeras.
“Eran muy conocidas y muy queridas, ya tenían muchos años de vivir en el pueblo”, añadió Jiménez.
Las autoridades le piden a la población que si sabe algo, cualquier dato, llame a la línea confidencial 800 8000 645 del OIJ.