El líder de la banda que supuestamente secuestró y asesinó al empresario estadounidense William Creighton habría intentado infiltrarse tres meses antes en la compañía 5Dimes, un “sportsbook” (casa de apuestas) que pertenecía a Creighton.
Se trata de un hombre de apellidos Morales Vega y 28 años que, al parecer, tiene conocimientos en informática.
El detalle del acercamiento al “sportsbook” se supo en el desarrollo del juicio por el secuestro y la muerte del norteamericano, secuestrado la noche del 24 de setiembre del 2018 y cuyo cadáver apareció en setiembre del 2019 en una tumba del cementerio de Quepos.
La versión la dio Rebeca Chaves, quien era la mano derecha de Creighton en la empresa y cuya declaración se ha llevado dos audiencias (martes y miércoles).
Ella explicó que luego del secuestro de su jefe, agentes del OIJ le preguntaron si había tenido una reunión con algún potencial proveedor para la compañía.
“Se me vino a la cabeza una reunión que tuve con alguien que intentó ofrecerme un método de pago para la compañía, fue una reunión extremadamente extraña desde la interacción con la persona, fue raro”, dijo Chaves.
Esa reunión habría ocurrido en junio del 2018 en las oficinas de la empresa, en Montes de Oca.
“A pesar de que parecía saber de lo que estaba ofreciendo, estaba notablemente distraído, como poniendo atención a otras cosas, a tal punto de que cuando se va yo solicito que me revisen la oficina, sentí que había dejado algo, también revisé la hoja de entrada y me acuerdo haber visto el nombre y el apellido; dado que no encontré nada más, lo dejé ir (el pensamiento)”, señaló.
El nombre que había dado el supuesto proveedor era Steve Spiteri y, según Chaves, dijo que trabajaba para la empresa Omega Financial.
El posible negocio no llegó a nada porque el vendedor no le dio ningún tipo de seguimiento a la supuesta oferta; fue Rebeca quien le mandó un correo a Omega Financial preguntando por lo ofrecido y, según contó, le respondieron que no se habían dado las condiciones para el contrato.
Con esta información, el OIJ llevó a Chaves a un reconocimiento fotográfico.
“Me pusieron a ver muchísimas fotos, logré identificar a la persona que me había visitado en la oficina, lo reconocí porque la reunión fue tan bizarra (rara) que se me quedó pegada la cara de la persona, el nombre de esa persona era (nombre del imputado) Morales”, recordó.
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Llamadas eran de un latino hablando inglés
Chaves también dijo en su declaración que las extorsiones por la liberación de su jefe fueron en la madrugada del 25 de setiembre del 2018 y que las llamadas las hizo un hombre.
“Era un latino definitivamente, hablando inglés, no quería hablar español”, recordó.
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Durante la jornada de este miércoles, en el juicio presentaron los pantallazos con el número de teléfono del que salían las llamadas que exigían plata por la liberación del empresario. Los mensajes (de WhatsApp) salían borrados porque, de acuerdo con Chaves, quien los enviaba los borraba de inmediato.
La mujer agregó que William Creighton nunca estuvo relacionado con crimen organizado en Costa Rica, ni supo que hubiera una investigación contra él. Señaló que el estadounidense no “rajaba” con la plata que tenía, vestía de manera sencilla, pero era notorio que tenía dinero por los seis carros que poseía.
El juicio se ha caracterizado por tener mucha seguridad tanto de oficiales de Cárceles del OIJ, agentes de la Unidad de Protección a Funcionarios Públicos y Fuerza Pública.
Los acusados, además de Morales Vega, son su mamá, de apellidos Vega Aguirre (48 años); la novia de Morales, que es una mujer de apellidos Solís Chaves (27 años); la abuela del supuesto líder, apellidada Aguirre Leal (74 años) y un hombre de apellidos Vega Aguirre (49), tío de Morales.
También están en la lista sospechosos de apellidos Martínez Chacón, Sanabria Abarca (maestra), Sánchez Gamboa, Ford Dowman, Jirón López y Medrano Vargas (los dos últimos son tráficos).