El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que los huesos encontrados en el cocodrilo que fue cazado en Matina, por creerse que fue el que mató a un niño de ocho años, no eran humanos y que en los laboratorios forenses se tratará de identificar a qué animal pertenecían.
“Patología forense informó que los huesos encontrados no son huesos humanos, antropología forense se encargará de determinar de qué animal son”, dijo el OIJ la mañana de este martes 20 de diciembre
El cocodrilo fue cazado el pasado 26 de noviembre por un grupo de vecinos, que sospechaban que ese fue el que mató al pequeño Julio Otero Fernández, de 8 años, el 30 de octubre.
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El reptil fue abierto y le encontraron huesos que se creía podían ser del pequeñito.
La mamá de Julio, Margini Fernández Flores, contó a La Teja que el día del suceso ella andaba en el río con su hermana, su sobrino y su hijito, la intención era pasar un día bonito y que al momento del ataque no pudo hacer nada para arrebatárselo al cocodrilo.
Los padres del menor clamaron durante varios días ayuda para poder capturar al cocodrilo y encontrar los restos de su pequeño para darle santa sepultura.
La Teja consultó al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) si han solicitado alguna investigación por la muerte del animal, ellos indicaron por medio de la oficina de prensa: “Efectivamente, el SINAC puso la denuncia ante el OIJ, a fin de que se investigara los hechos, a fin de individualizar a los responsables de este, dado que esa acción no contó con la autorización del órgano competente (SINAC)”.