No hay dolor más grande para unos padres que perder a un hijo. Ese terrible sentimiento lo está experimentando una pareja cuya hija, de apenas 7 años, murió tras ser aplastada por el carro en el que viajaban.
El trágico hecho que golpeó a esta familia ocurrió a la 1:54 de la tarde de este jueves 5 de enero en Manzanillo, en Cóbano de Puntarenas, específicamente un kilómetro antes de llegar a la plaza de deportes de esa comunidad.
Una fuente cercana al caso confirmó a La Teja que los dos adultos que viajaban con la niña, y que sobrevivieron al vuelco del vehículo, eran los padres de la chiquita.
Se trata de un hombre de apellidos Calderón Escobar, de 33 años, y una mujer apellidada Venegas Contreras, de 25 años, ambos de nacionalidad nicaragüense, al igual que su pequeña hija.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que el fatal accidente ocurrió porque --por razones que aún no están claras-- el conductor perdió el control del carro y esto provocó que cayeran al cauce de una quebrada.
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Por su parte, la Cruz Roja indicó que, al parecer, la niña salió expulsada del vehículo y segundos después este le cayó encima.
Cuando los paramédicos llegaron a la escena descubrieron que lamentablemente ya no había nada que hacer por la chiquita.
Cruzrojistas y personal del Cuerpo de Bomberos utilizaron equipo especial para retirar el vehículo accidentado y recuperar el cuerpo de la menor.
En cuanto a sus padres, se supo que estos sufrieron heridas de consideración y fueron llevados por una ambulancia privada a la clínica de Cóbano.
Las autoridades aún no han dado a conocer si la niña viajaba en una silla de seguridad, sin embargo, por como se dieron los hechos, todo apunta que no.
Según la Ley de Tránsito, todo menor de 12 años que mida menos de 145 cm debe ir sujeto con un dispositivo de retención infantil, adecuado a la edad, el peso y la talla.