Las drogas y las personas no son los únicos que utilizan como tráfico ilegal; los insectos y animales silvestres de Costa Rica también son parte del negocio.
Esto es un delito ambiental y este problema está estrechamente relacionado con crimen organizado, lavado de dinero y corrupción.
Así lo señaló el doctor John Vargas, jefe de la Sección de Biología Forense del OIJ.
Estos insectos son perseguidos por coleccionistas que quieren obtener algún animal en peligro de extinción, además de personas que buscan insectos para comerlos por supuestos efectos afrodisiacos, gastronómicos, o por otros que solo buscan hacer arte ilegal, sin importarles el crudo dolor de la vida animal.
Vargas afirmó que en Costa Rica se está sacando gran cantidad de invertebrados, especialmente insectos, hormigas, escarabajos, arañas, etc.
Explicó que tiene conocimiento que por una mariposa los traficantes obtuvieron hasta mil euros, es decir, en moneda actual son aproximadamente ¢569 mil. No detalló la especie de esta mariposa.
Sostuvo que por una caja con 10 mil escarabajos, que se convierten en una artesanía realizada de manera ilegal, se pueden pagar $500 mil (¢265 millones), porque son colocados entre $10 y $20 cada uno.
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Explicó que el informe del Estado de la Nación 2020 estableció que el trasiego de vida silvestre se ha popularizado entre las organizaciones criminales en Costa Rica.
Desde el 2015 la protección a la biodiversidad en Costa Rica tiene asignado un 0,1% del presupuesto del Producto Interno Bruto PIB para atacar bandas que se dedican a esto.
El OIJ recibía, usualmente, apenas cinco denuncias por año de este tipo de delitos, sin embargo, en el 2019 subieron las denuncias hasta 47 casos de 20.000 animalitos distintos. En el 2022 bajó a 22 denuncias, pero de 21.000 animalitos.
El trasiego se da en correos, vuelos, barco y se detecta por medio de rayos X.
La salida se da tanto de animales muertos como vivos, usualmente los insectos van muertos.
“Hemos tenido casos de anfibios, reptiles, aves que sí van vivos, por cada espécimen que logran vender vivo hay una altísima mortalidad de ese animal, sacan en grandes volumenes, porque saben que se van a morir”, detalló Vargas.
“El delito medioambiental es un negocio de altísimas utilidades para las bandas organizadas, pero tiene muy bajo riesgo penal: si a usted lo encuentran con un kilo de cocaína, recibirá como pena la cárcel; pero si lo encuentran con una caja de 10 mil escarabajos, tendrá una multa o terminará en una contravención, es decir, este delito medioambiental deja muchas ganancias, pero bajo riesgo penal”, comentó Vargas.
Un informe de las Naciones Unidas de 2016 señala que el delito ambiental es el cuarto negocio más productivo, solo superado por la trata de personas, falsificación y drogas.