Los miembros del Centro de Rescate de Especies Marinas Amenazadas (CREMA) están felices porque lograron que “Hook” (anzuelo), una tortuga a la que se le pegaron dos anzuelos de pesca en el pescuezo, se recuperara y regresara a su hábitat.
Según contaron este lunes, la liberación se realizó el sábado pasado en Malpaís, Puntarenas.
La tortuguita carey fue encontrada cuando los investigadores estaban en las pozas que se forman en los arrecifes rocosos de playa Los Suecos, en Malpaís. La tortuga estaba débil y baja de peso, por lo que decidieron revisarla y vieron que tenía los dos anzuelos pegados.
La “bichita” fue llevada al Centro de Rescate y Rehabilitación de Animales Marinos (CRRAM), del Parque Marino del Pacífico, en Puntarenas, donde la operaron.
“Presentaba un anzuelo entero incrustado en su garganta y los restos de un segundo anzuelo. Afortunadamente se dio la extracción de ambos y después de una recuperación de casi cuatro meses se encontraba lista para su liberación”, dijo Esteban Rudín, veterinario del CRRAM.
Las tortugas de la especie carey están en peligro de extinción y según los expertos estas se meten en los corales rocosos para protegerse y alimentarse. Lamentablemente son perseguidas porque con su caparazón se hacen artesanías.
A “Hook” le pusieron un transmisor que puede ser detectado por alguna de las estaciones de escucha instaladas en los arrecifes rocosos de la zona.
“Al comprender el uso que hacen estas tortugas de su entorno y el tiempo que se quedan en estas zonas de alimentación, podremos recomendar medidas de conservación y manejo a las autoridades”, dijo Daniel Arauz, investigador de CREMA.