La frustración del torero improvisado Laisa crece cada vez que ve una trasmisión de toros, ya que él desearía ser parte del elenco que anima las fiestas.
Laisa, cuyo nombre es Paterson Esquivel Guillén, se ilusionó todo porque según su abogado, Miguel Gutiérrez, debía salir de la cárcel Reinaldo Villalobos, en Alajuela en diciembre, luego de cumplir una pena de seis años por agresión.
Sin embargo, todo se convirtió en decepción cuando le dijeron que tenía una condena pendiente de tres años, así que sus deseos de volver a ver sus hijos tendrá que esperar.
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El famoso personaje, de 42 años, le dijo a su representante legal que quiere una oportunidad para demostrar que se reformó luego del error que cometió.
El abogado nos explicó que la otra condena contra Laisa es por un delito cometido en el 2009. Agregó que por este caso se llegó a una conciliación hasta el 2015 por lo que no fue a la cárcel por no tener antecedentes, pero le pusieron la condición de que debía portarse bien los siguientes tres años.
No obstante, la condena por la agresión se la impusieron en el 2016 y todo se complicó.
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La Teja le consultó al Ministerio de Justicia por este caso y señalaron que tenía pendiente el cumplimiento de una pena de tres años de prisión por una estafa ocurrida en el 2009, la cual fue impuesta por el Tribunal de Juicio de Cartago, agregaron que cumpliría con la pena con descuentazo, en mayo del 2024.
Su abogado afirma que Laisa puede demostrar que las personas cambian y que merece nuevas oportunidades.
“El sistema penitenciario está colapsado, tenemos miles de personas ahí, inclusive hasta inocentes metidos presos, hay un hacinamiento brutal y, además, tenemos gente que no ha cometido delitos violentos. Laisa es una persona que tiene todo lo necesario para estar aportándole a la sociedad.
“Muchas personas están a su lado, lo quieren y todo eso merece ser valorado”, afirmó su defensor.
Gutiérrez reiteró que Laisa se ha comportado bien durante los años que ha estado privado de libertad, por lo que ya le ha pagado a la sociedad. Agregó que Laisa ha entendido que debe cambiar, por lo que es una especie de privado de libertad reformado.
“Lo que Laisa dice y quiere es que le den la oportunidad de trabajar y pagarle a la sociedad el daño que él cometió, me parece algo maravilloso porque es una persona que está con condiciones para regresar a la actividad cotidiana y sabemos que hay gente que le tiene confianza”, señaló Gutiérrez.
Se porta bien. Laisa está en una cárcel en la que tienen a los privados de libertad de mayor confianza por su buen comportamiento, por lo que, según su abogado, es merecedor de una oportunidad.
“Vamos a hacer la gestión ante la unidad en la que se mantiene (cárcel) y ante el Consejo Técnico para que sea objeto de un estudio para llevarlo a un semiinstitucional (pueden irse incorporando paulatinamente a la sociedad), para eso es necesario la aprobación del Instituto Nacional de Criminología. Esto lo vamos a presentar en los próximos días”.
Mencionó que Laisa sueña con volver abrazar a sus hijos y tiene claro que sea como sea, la libertad no tiene precio.
“Podríamos resumir que él lo que pide es una oportunidad. Él me ha dicho: ‘Lo que pido es una oportunidad para volver con mi familia, volver a trabajar con los queridos toreros improvisados’”.
Según Gutiérrez, Laisa solo habla de los toreros improvisados y de los toros, por lo que para él es un sufrimiento cuando ve las corridas en la televisión, ya que él no puede participar. El sufre al ver sus amigos de toda la vida hacer esas maromas y todas las cosas que a él le gustaba hacer”, concluyó el abogado.