Quienes estuvieron en playa Bonita de Limón la tarde de este domingo aseguran que vivieron momentos de gran terror y una de ellas fue una doctora que llegó con su hermana a conocer el Caribe.
La joven, de 25 años, nos contó que pidió unas vacaciones para compartir unos días con su hermana mayor.
“Teníamos tiempo de que queríamos venir a conocer Limón, porque nos decían que las playas son muy bonitas, llegamos el jueves en la noche y hoy lunes nos íbamos en la tarde, pero ya estamos en la casa, por tranquilidad de mi familia, sobre todo mi mamá, por eso nos vinimos a primera hora, no lo hicimos de noche por el viaje por el Zurquí”, contó la joven, quien trabaja en un hospital en San José y pidió ser identificada solo con su apellido, Castro.
La médico y su hermana llegaron a la playa desde temprano y asegura que había bastante gente, especialmente niños.
“Acabábamos de almorzar, estábamos en una sombra cerca de unos árboles cuando vimos que algo pasaba, pero seguimos conversando, en ese momento empezaron a escucharse unos disparos que todavía los tengo en la cabeza”, recuerda.
“Mi hermana se levantó de la silla y trató de correr, pero es que no sé cuántos balazos sonaron, las dos nos tiramos y nos tapamos la cabeza, yo en algún momento levanté la cabeza porque pensé en que tal vez era mejor correr si se podía, porque nos iban a matar, una señora me gritó que no me moviera más, que bajara la cabeza y esperara”, relató.
Ella aseguró que las balas hasta levantaban el polvo de la arena y se escuchaban cuando pegaban.
“Yo solo quería saber que mi hermana estaba bien, pero ella ni se movía, fue una pesadilla, la gente grita y en ese momento usted no entiende qué pasa, fueron segundos, pero uno siente que el tiempo no pasa”, asegura.
La joven relató que ella no sabía qué era lo que estaba pasando y tampoco esperó para saberlo.
“Cuando la Policía llegó, vimos que empezaron a ayudar a varias personas heridas, yo no me podía ni levantar, tenía el cuerpo en un puro temblor, mi hermana me agarró y me dijo que nos fuéramos.
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“Es impresionante que ya no puede uno ni ir a pasear, ni estar tranquilo en ningún lado, hemos llegado a una situación en que le roban a uno la paz, siente uno temor para todo, nosotras no pudimos ni dormir bien. Ahí no volveríamos, hoy hemos pasado pendientes de las noticias”.
La balacera en la playa limonense ocurrió poco antes de las 2 p. m. de este domingo 16 de marzo y producto del intercambio de balas con los delincuentes, resultaron heridos un oficial del OIJ, quien ya está fuera de peligro, y un policía de Fronteras, quien sigue en condición delicada en el hospital Tony Facio.
Otras tres personas también se vieron afectadas por las balas, pero todas están fuera de peligro.
La captura
Este lunes, en la cacería policial que se mantiene en la zona, los oficiales detuvieron a un hombre de apellido Aragón, de 33 años.
El hombre fue detenido por oficiales de la Unidad de Montaña del Ministerio de Seguridad Pública, él estaba bien escondido entre una maleza en un bosque perteneciente al parque Cariari, cerquísima de la playa donde se dio el hecho.
Manuel Salas, director regional de la Fuerza Pública de Limón, aseguró que el hombre tiene antecedentes por almacenamiento de drogas. Él estaba armado con un arma nueve milímetros, que incluso la tenía cargada y estaba listo para disparar, pero no se lo permitieron.
“Se le ubicó un arma de fuego calibre 9 milímetros, un arma corta, mantenía alimentada el arma, pero en ocasión del movimiento que se realiza por parte del servicio policial, se le neutraliza antes de que pueda hacer uso de esa arma de fuego en contra del servicio policial”, explica Salas.
Don Manuel añadió que los oficiales mantienen custodia en la zona desde que se dio la emergencia, por lo que sospechaban que los delincuentes se encuentran escondidos y, por la gran cantidad de policías, no pueden salir.
La situación se dio cuando unos agentes judiciales investigaban una denuncia por robo de un vehículo y al escuchar los disparos reaccionan e intentaron averiguar qué estaba pasando.
Los sujetos habrían sacado armas de grueso calibre, una AK-47 y dos AR-15, y dentro del mismo vehículo empezaron a hacer múltiples detonaciones, lo que provocó en la playa una estampida humana.
Otro hombre, de apellido Zuñiga, de 36 años, permanece detenido.