Un hombre abrió fuego este domingo en una iglesia de Texas, matando al menos a 25 personas que estaban en pleno servicio religioso.
Los disparos empezaron a las 11:30 de la mañana. Un testigo explicó que vio a un hombre ingresar a la iglesia y de inmediato iniciaron los disparos contra los parroquianos. En el templo había unas 50 personas.
Albert Gamez Jr, oficial del condado de Wilson, donde se encuentra la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, dijo que fueron informados de un balance de 27 muertos y más de 20 heridos, pero señaló que esperaba confirmación formal de esa cifra.
El comisario del condado, Joe Tackitt, dijo a su vez a la cadena NBC que “cerca de 25 personas” habían muerto y otras diez habían resultado heridas.
“El atacante murió”, dijo un portavoz del comisario del vecino condado de Guadalupe, precisando que "la policía no se había enfrentado con él, lo encontraron en su vehículo", dijo.
El senador republicano por Texas, Ted Cruz, y el gobernador del estado, Greg Abbott, también expresaron en Twitter sus “oraciones” en favor de las víctimas y sus agradecimientos a los “valerosos primeros auxilios” y a las fuerzas del orden que acudieron a la escena del crimen.
El pasado 1 de octubre, Estados Unidos sufrió el peor tiroteo de su historia, cuando un hombre armado disparó desde una habitación de un hotel de Las Vegas, Nevada, matando a 58 personas e hiriendo a cerca de 550, de las 22.000 que asistían a un concierto al aire libre de música country.
El autor de la masacre, Stephen Paddock, un rico contador jubilado de 64 años que se suicidó tras el ataque, había transportado un verdadero arsenal a su habitación del piso 32 del hotel Mandalay Bay. El grupo Estado Islámico (EI) se reivindicó el ataque, pero los investigadores no han encontrado elementos que permitan sostener esa hipótesis y desconocen aún las motivaciones de Paddock.
El incidente de Texas ocurre además una semana después de que un ciudadano de Uzbekistán arrollara con una camioneta a peatones y ciclistas en Manhattan, matando a ocho personas, entre ellas cinco argentinos. El EI dijo que el atacante era uno de sus “soldados”, contra el cual el presidente Trump pidió la pena de muerte.
Todos los años, más de 33.000 personas mueren en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego (22.000 de los casos son suicidios), de acuerdo a un estudio reciente.