Un hombre de apellidos Hernández Vargas, de 54 años, pasará los próximos 30 años en la cárcel por ser culpable de cometer los delitos de violación, abusos deshonestos y estupro.
La Fiscalía de Grecia logró demostrar que los hechos ocurrieron entre 1990 y 1996, cuando la víctima tenía entre seis y 13 años. Agregaron que las agresiones sexuales fueron cometidas en la casa del condenado, en Naranjo. Él se dedicaba a ser mecánico.
“Según la prueba aportada por el Ministerio Público, Hernández Vargas aprovechaba la cercanía con la ofendida, por ser su sobrina, para cometer los delitos sexuales”, explicó el Ministerio Público.
La condena fue impuesta el viernes 24 de junio anterior, pero trascendió hasta este martes.
El sujeto fue sentenciado a 41 años de cárcel; sin embargo, por las reglas del concurso material, el Tribunal Penal de la localidad readecuó el monto de la pena a 30 años de prisión.
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En este caso se aplicó la última reforma al artículo 31 del Código Procesal Penal, el cual hace mención al tema de la prescripción de delitos sexuales, en perjuicio de personas menores de edad. De esta manera, en cuanto a los hechos acusados, la extinción de la causa penal se da hasta 25 años después de que la persona ofendida cumple la mayoría de edad, por lo que las víctimas de abusos sexuales pueden denunciar y sus agresores recibir el castigo.
A solicitud de la Fiscalía, Hernández cumplirá seis meses de prisión preventiva, mientras la sentencia queda en firme.